Chisako Kakehi, de 67 años y empleada bancaria, fue detenida en Kyoto, Japon el pasado miércoles, acusada de haber suministrado cianuro a su marido Iso Kakehi de 75 años, lo que al parecer le causó un ataque al corazón.

La policía empezó a sospechar tras conocer la extraña muerte de un anterior novio, con el que la japonesa estaba saliendo, el cual murió repentinamente después de cenar en un restaurante en el mes de Septiembre del 2013. Ante estos hechos la policía decidió hacerle una autopsia, algo que no es frecuente en Japón, a Iso Kakehi, su último marido con el cual había contraído nupcias en el mes de Octubre del año pasado, dos meses antes de su muerte en Diciembre.

A pesar de que Chisako niega haber dado muerte a su pareja, y declara en la televisión Asahi y en otros medios "Yo no lo maté, no sé cómo se mata a alguien, y no sé de donde salió el cianuro", en el informe de la autopsia de la oficina forense se determina la presencia de cianuro en el estomago y en la sangre del fallecido. La policía además encontró restos de cianuro en la bolsa de la basura en el domicilio conyugal, así como en varias pertenencias de la viuda.

El primero de sus maridos de 54 años, murió en 1994, el segundo murió en el 2006 y el tercero dos años después en 2008. Mientras tanto también morían otros novios que nunca llegaron al altar. La apodada "Viuda negra" por la prensa japonesa, buscaba a compañeros sentimentales en agencias matrimoniales que fuesen mayores, ricos y sin hijos.

La japonesa Kakehi al parecer ha recibido millones de dólares del seguro de vida de sus anteriores parejas. Todos ellos murieron en extrañas circunstancias, según los agentes de la ley que sospechan ahora de la muerte de otros seis hombres relacionados sentimentalmente con Kakahi.

Chisako Kakehi no es la primera "viuda negra" en Japon.

En 2012, Kanae Kijima de 37 años, fue sentenciada a muerte por el asesinato de tres hombres que conoció por internet y la ex camarera de un bar, Miyuki Ueta de 40 años, también ha sido condenada a muerte por drogar y ahogar a dos hombres. Ambas mujeres han recurrido sentencia ante el Tribunal Supremo y están esperando su resolución.