Hace 68 años que nació una de las personalidades más influyentes e importantes del Cine mundial: Steven Spielberg, un director y productor fundamental para entender el tipo de películas que hoy tienen éxito, un cine que él mismo propició desde su llegada a la industria en los años setenta. Duel fue su entrada en ella, una historia basada en un cuento corto de terror escrito por el maestro Richard Matheson en el que un conductor era asediado por un camión que lo perseguía sin tregua por la carretera que ambos compartían. Se trataba de una película rodada para la Televisión, pero los directivos de Universal la vieron y decidieron estrenarla en cine, tal era su calidad.
A día de hoy sigue siendo una de sus grandes películas.
Pero no sería la única, ya que poco después rodaría Tiburón y aterrorizaría a los espectadores con un relato que actualmente no podría rodarse de la misma manera, ya que en aquel entonces apenas veíamos a la bestia que tenía a la playa colonizada. Lógicamente ese fue otro de sus grandes éxitos, antes de arrasar en las taquillas de todo el mundo con su E.T., el extraterrestre, posiblemente una de las películas más importantes de la historia. Por entonces también conocíamos al arqueólogo más famoso del cine, Indiana Jones, aventurero sin rival en la ficción de la pantalla grande que dio lugar a una trilogía espectacular a la que unió una cuarta parte de la que todos los fans de las tres primeras reniegan.
Durante años se le resistió el Oscar, que no le llegó con El color púrpura pese a las 11 nominaciones que obtuvo, entre las que, casualmente, no se encontraba la de mejor director. Pero el año en el que volvió a comerse la taquilla gracias a Parque Jurásico, la Academia lo recompensó con el Oscar que le llevaba décadas debiendo, y se lo dio por La lista de Schindler, un drama ambientado en la II Guerra Mundial que le supuso la primera de sus dos noches de gloria, ya que cinco años más tarde ganaría de nuevo, solo como mejor director, por Rescatando al soldado Ryan, un trabajo especialmente complicado con el que Spielberg sumergía al espectador en la dureza del Desembarco de Normandía.
Como productor también ha sido capital en la cinematografía norteamericana, ya que su nombre se encuentra apoyando títulos tan imprescindibles como Los Goonies, Gremlins o la trilogía Regreso al futuro. Steven Spielberg es un hombre al que se suele asociar con una imaginación desbordante, con criaturas extrañas e historias de alienígenas, con la acción mejor medida y dirigida de cuanta ha dado el cine y, en los últimos años, con el drama más intenso, aunque alejado de todo sentimentalismo.
Steven cumple 68 años en plena actividad, en la postproducción de su último film como director, aún sin título definido pero de nuevo con su amigo y gran compañero Tom Hanks, y con un buen puñado de títulos, tanto televisivos como cinematográficos, por producir. Y parece que fue ayer cuando empezó a ser leyenda.