Antes de comenzar, debo aclarar quela presente no es un ranking, sino una lista, ya que todos los títulos que les acercaréa continuación son verdaderos clásicos.

Nos remontamos a la época de oro delos Videojuegos –así como el anime está en decadencia, también lo están losvideojuegos–, los ’90s, y abramos juntos el arcón de los recuerdos; antes deque las grandes empresas perdieran su nombre y capacidad, al hacer fusionesabsurdas –¡Cof, Cof! Square Enix…–

Cuando a alguien se le pregunta porun juego de rol nipón de la vieja escuela, no se duda en responder por Final Fantasy –por lo general el 7–, Chrono Trigger, Leyend of Zelda o los Tales of… Por eso no hablaré de ellosaquí –lo siento, fanboys–.

Ya tienensu peso y reputación, por lo que en esta oportunidad me enfocaré en grandesjuegos de los que, por alguna misteriosa razón, casi nadie habla. De más estádecir, si no los jugaste –¡por el amor de todo lo sagrado!–, sumalos a tulista, que en verdad valen la pena.

Grandes empresas como Squaresoft, en su momento nos trajeronvideojuegos, que no solo son geniales, sino que tenían amor y dedicación. Esamaravillosa época en la que si no sabías inglés, pues mala suerte: Historiasprofundas, largas y complejas, generalmente con tintes adultos, girosargumentales inesperados y mucha filosofía. Personajes carismáticos, conpersonalidades fuertes y empáticas, que acarreaban un trasfondo más complicadode lo que se veía a simple vista y que era revelado mucho más adelante en eljuego.

Grandes bandas sonoras; épicos finales… en fin… vamos a la lista.

Brave Fencer Musashi (Square 1998): El legendario espadachín, Musashi, es invocado por Fillet –la princesa marimacho… No lodigo yo, sino el propio protagonista–, para que salve al Reino Allucaneet del malvado ImperioThirstquencher. Nuestro héroe, quien no tiene ni la más mínima intención desalvar el reino, de todos modos acepta a regañadientes, solo para poderregresar a su tierra y descansar.

Armado de Fusion–una peligrosa espada que roba las habilidades de sus enemigos–, Musashi se embarcaen la misión de buscar la espada del BraveFencer; Lumina. Una vez con ella,regresa solo para descubrir que casi todos los habitantes del reino fueronsecuestrados por el Imperio… –Oh, crap…–El samurái ahora no sólo debe defender a Allucaneet, sino rescatar a casi todossus habitantes, incluida la princesa.

Para dicha tarea, sale en busca de los 5pergaminos sagrados, los cuales le otorgarán poderes únicos a la espada Lumina.

Grandia (Game Arts 1997): Conoce a Justin, un joven cuyosueño es convertirse en un gran aventurero y llegar a descubrir qué hay más alládel Gran Muro, conocido como el Fin del Mundo. Su objetivo es la Ciudad del Conocimiento, Alent, donde podrá averiguar elverdadero potencial de la Sacred Stone,dejaba atrás por su padre, un aventurero desaparecido. Perseguido por el General Baal de las fuerzas Garlyle, en el viaje, Justin se hace de aliados –Sue, Feena, Gadwin, Rapp, Milda, Guido–,quienes lo ayudarán a alcanzar dicha ciudad –no sin dificultades–, donde deberáderrotar a Baal y destruir a Gaia –unpoderoso y enorme ser mítico que renace para destruir el mundo–, con la ayudade la Sacred Stone, luego de enterarse que es un artefacto de una antiguacivilización de hechiceros –los Icarianos–,quienes antes se sacrificaron para vencer a Gaia.

Xenogears (Squaresoft 1998): Un juego, sin dudas, con unahistoria extensa y compleja, la cual es difícil sintetizar en unas simpleslíneas. Cargado de filosofía, hay claras referencias a Nietzche, Jung, Freud; ya su vez, alto contenido religioso, principalmente del cristianismo y judaísmo.El protagonismo recae sobre Fei Fong Wongy su camino en la búsqueda de su propia identidad y rol en un mundo dominadopor la maquinaria. De allí que existan poderosas armas –unos robots gigantes–,llamados Gears. Vidas pasadas. Personalidadesdisociadas. Amor. Odio. Destino. Memoria humana… Xenogears es una verdaderajoya del género.

Aquí la parte 2.