Llega el domingo y con este día llegan los inexplicables sentimientos de tristeza, angustia y melancolía. ¿Por qué este día nos pone tan mal? ¿No debería ser el domingo un día para celebrar?
Estamos toda la semana de acá para allá, yendo y viniendo. Responsabilidades, compromisos, tareas que debemos cumplir. Ni hablar del trabajo y del estudio. Estamos contando los días, las horas, los minutos que faltan para llegar a ese momento tan esperado: el fin de semana.
La depresión del domingo es nostalgia que toma protagonismo en determinada hora del día, la cual nos indica que nuestro fin de semana, es decir, nuestro tiempo libre, está llegando a su fin.
Es por eso que quise investigar acerca de esta "famosa" depresión y buscar sus causas. Una de ellas es bastante obvia, como dije previamente, nos pasamos haciendo cosas durante la semana que hacen que no tengamos tiempo para relajarnos y pensar. Estamos de aquí para allá cumpliendo con nuestras obligaciones e impidiéndonos sentarnos un poco y pensar en aquello que nos desconforma, nos molesta, nos fastidia. O peor, en aquellos que extrañamos y nos hacen falta.
Solange Anuch, psicóloga de la Clínica Alemana, explica que no existe la tal "depresión del domingo", pero que se la llama asi porque consiste en la aparición de ciertos síntomas depresivos. Estos alertan sobre la presencia de la tristeza, preocupación, cansancio y ansiedad.
Es por eso que el domingo, siendo un día tan tranquilo, conocido por sus siestas y sus momentos de "fiaca" nos terminan llevando a esos lugares de nuestra cabeza en donde no pudimos estar presentes en la semana. Otra de las razones por las cuales no estamos conformes con este día, es porque nos hace pensar que en unas pocas horas volveremos a esta rutina que nos acompleja y probablemente nos disgusta.
Tarde o temprano el domingo nos hace pensar que está ligado con la soledad, y esta a su vez con la depresión.
Se podría decir entonces, que esta "depresión" afecta más a aquellas personas que están muy absortas por sus tareas (ya sea laborales o por el estudio). Personas con pocas satisfacciones, poco descanso y recreación.
Esto crea frustración e incompetencia.
¿Soluciones para evitar esta depresión "dominguera"? Hay muchas. Evitar mirar tanta televisión es una, ya que tarde o temprano nos damos cuenta que pasamos nuestro día sentados en un sillón frente a una pantalla que nos muestra una realidad que no tenemos, nos llena de frustraciones e insatisfacciones. Escuchar música, darse un momento para relajarse y disfrutar de un momento con uno mismo, sin estar pendiente de las tareas que debemos cumplir. Practicar ejercicio, es posible que el domingo sea aquel día en el cual uno debe dejar de lado sus obligaciones, pero está comprobado que las actividades físicas ayudan a liberar hormonas que nos proporcionan bienestar.
No hay nada como aquella sensación de euforia creada por el ejercicio físico, que nos da una sensación de confort que dura hasta 12 horas más tarde. Hacer ejercicio también es bueno para poder descansar sin interrupciones. Por último, una manera simple para evitar esta depresión ocasionada en este día es juntarse con nuestros seres queridos. Hacer algo diferente, que no sea rutinario, visitar a aquellos que hace mucho no ves, planificar una comida. Cosas simples, pero que te llenan de energía positiva.
¿Ven? Los domingos no son tan malos. Por eso es que hay que aprovecharlos y vivirlos. Busquemos su lado positivo y tratemos de sacar todo de él.