Para el argentino rockero nombrar V8 es mucho más que hablar de la disposición de un poderoso motor de combustión. El punto de partida del heavy metal en nuestro país -y el eterno retorno de la temática de ese género- es la banda que lleva ese nombre y que explotó con Ricardo Iorio -bajo-, Osvaldo Civile -guitarra-, Gustavo Rowek -batería- y Alberto Zamarbide -voz-.

Precisamente Zamarbide es el eje del rockumental 'Relámpago en la oscuridad' -de Pablo Montlleu y Germán Fernández- que gira en torno al metal y los difíciles años de sus inicios en Argentina, los problemas con las drogas y excesos de los músicos, la religión y la emigración.

Giras, shows, anécdotas de viaje y barrios y ciudades de varios lugares del país durante la última etapa de la otra banda de Beto Zamarbide, Logos -cuya canción 'Como relámpago en la oscuridad' le da título al documental-, sirven de introducción y de contexto a las vivencias de un músico y describe las características especiales del heavy metal en este país del sur.

Entre testimonios y relatos de comienzos de los '80, la irrupción de V8 se completa en aquel histórico concierto BARock-y la famosa frase "Que se mueran todos los hippies"-cuando desde arriba del escenario se incitaba a la reacción y el despertar del público con una actitud rabiosa muy diferente a los otros músicos y artistas contemporáneos.

Más allá de otras polémicas y la dura separación de V8, que se había provocado por el cambio hacia temáticas religiosas, Zamarbide logra encausar su vida de excesos y junto a su compañero Miguel Roldán forma Logos, ya iniciados los años noventa.

Aquí la narración de 'Relámpago en la oscuridad' cambia de rumbo y profundiza la vida detrás del artista.

Su vida cotidiana, sus afectos y algunas anécdotas afloran para darle forma a la persona por sobre la del cantante, si es que en algún momento se puede disociar.

Los realizadores siguen a Alberto Zamarbide por todos lados. Clubes, predios al aire libre, casas de familiares, escuela de la hija, radios, universidades en distintas ciudades y provincias argentinas e incluso viajan a Miami, su lugar de residencia desde que a fines de la década del '90 decidiera con su mujer mudarse allá.

El rockumental se estrenó en el Bafici -festival de Cine Independiente de Buenos Aires- y en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata obtuvo el premio a “Mejor película” dentro la categoría “Banda sonora Original”.

Para destacar la labor de los realizadores con los materiales de archivo y con los numerosos entrevistados que dejaron sus testimonios: Waler Giardino, Gustavo Rowek, Miguel Roldán, Vitico, Pil Trafa, Norberto “Ruso” Verea y el premio mayor, el siempre complejo Ricardo Iorio.

Durante los 102 minutos de proyección, el ambiente generado es de pura hermandad al estilo del metal pesado argentino. Las variantes en el desarrollo de la historia permiten ver aspectos no muy conocidos de Beto Zamarbide, como su tarea de luthier o su participación en el coro de La Manzana de Las Luces.

Hacia el final, su nueva etapa musical ya como solista homenajeando sus canciones y celebrando los 30 años del primer disco de V8, 'Luchando por el metal' de 1983. Emotivo y festivo su último concierto con invitados especiales entre los que se destacó Iorio, con quien volvió a compartir escenario después de más de 25 años.