Daniel Cerezo se hizo conocido mayormente por sus charlas TEDx. Su infancia fue tormentosa: se quedó sin papá y se crió en una villa, pero aún con todos los pronósticos en contra, se convirtió en profesor, en orador motivacional y hoy es Gerente de Cultura y Felicidad de la empresa Páez; un cargo inédito en Argentina. Daniel aprendió a superar las barreras de la pobreza y, según él no tienen nada que ver con lo económico, con los títulos ni con la posición en una empresa, sino con la incapacidad de una persona para poder proyectar su vida.

Con una sencillez de profunda humanidad, Daniel Cerezo abre una incógnita: “La primer pregunta que me hice y que les hago a ustedes es ¿qué es la pobreza?". Así, da inicio a una oratoria que rememora el periplo del héroe social. Su monólogo es una de las charlas más impresionantes. Es prácticamente imposible escucharlo sin dejar caer una lágrima, abrir una emoción profunda o un suspiro de esperanza.

Cerezo nació en San Juan en 1982 y es el quinto de seis hermanos. A los pocos años, su familia viajó a Buenos Aires con promesas de bonanza. Pero después, él confesaba: “A mi papá Buenos Aires lo mata”.

Sin padre y con pocos recursos comenzó una lucha incansable por perseguir una vida digna. Las circunstancias forzaron a la familia a ocupar un terreno en una villa. A pesar de todo, Daniel afirmó con sutileza que la música lo hizo emerger de esa situación. A sus nueve años, se acercó con timidez a un centro cultural del barrio y conoció a Liliana Alpern, su profesora de piano, una mujer que le cambiaría la vida.

Para él, hasta ese entonces la música era Gladys “la bomba tucumana” -su ídola de la infancia-, Los Palmeras, La Nueva Luna; género popular que conformaba su horizonte cultural. Sin embargo, cuando conoció “Para Elisa” de Beethoven, aprendió a romper con su primer pobreza, la pobreza cultural.

Unos años después, su “profe” de piano le impuso un desafío mayor: la enseñanza. Y sucedía que a sus 14 años daba clases de música a los vecinos del barrio, razón que le valía dignidad. Así, definía que “la pobreza poco tiene que ver con lo económico. Tiene que ver con qué haces vos para poder proyectar tu vida. Qué hacés vos para poder decir quién sos, sin importar el título ni el cargo tengas en una empresa, sino quien sos como persona".

Daniel, a sus 17 años ya coordinaba el centro cultural con actividades para formar a los jóvenes y contribuir al bien comunitario. De esa forma se disolvía el prejuicio de “pensar que personas que viven en contexto de vulnerabilidad solamente pueden trabajar de changarines", cuando en realidad son profesionales que se forman en oficio, afirmaba Cerezo con efluvio de puro altruismo.

Unos años después, coordinaba talleres en villas y cárceles para ayudar a otras personas a progresar. 

Cerezo es el actual Gerente de Cultura y Felicidad de la firma Páez. Es miembro de las fundaciones Crear Vale La Pena y Responsabilizarte. Fue asesor de recursos humanos de distintas empresas y organizaciones sociales. En 2010 fundó Creer Hacer, un emprendimiento que vincula tres sectores: el privado, el público y el sector social, como puente para mejorar la calidad de vida de las personas. En una charla con La Nación afirmó que "la peor pobreza es la incapacidad que tiene uno para proyectarse" y su propósito busca vincular comunidades, instituciones y personas, sin importar su origen o contexto social en base a una idea simple: cualquier persona puede liderar su propio proyecto.