Este lunes Cristiano Ronaldo ganó el Balón de Oro que lo acredita como el mejor jugador del mundo en el año 2014. El astro portugués se adjudicó su tercer Balón de Oro y segundo de manera consecutiva. CR7 fue correspondido con un 37,66 por ciento de las votaciones, en segundo lugar quedó el argentino Lionel Messi con un 15,76 por ciento de los votos y el tercer puesto fue para el portero alemán Manuel Neuer, con un 15,72 por ciento.
¿Algún día un portero tendrá la posibilidad de ser reconocido a este nivel sin que el marketing, los intereses económicos o la publicidad se impongan?
En las "cascaritas" de la calle o de la escuela nadie quiere ser el portero, y en esos casos se debe recurrir al famoso volado o bien al piedra, papel o tijera que nos ayude a dilucidar al hombre sacrificado para asumir esa posición.
Un delantero puede fallar una o más ocasiones y en realidad no habrá mucho problema, es más, los compañeros se acercan hacia el desdichado y le propinan una leve palmada en las nalgas o en la espalda para motivarlo a seguir intentando; su familia y amigos desde la tribuna le gritan: "a la otra sale". Pero, si el guardameta se equivoca, las críticas y las recriminaciones saldrán en vociferantes gritos de compañeros y público presente, en esos casos los familiares y amigos pronuncian la vergonzosa frase de "trágame tierra".
En el Fútbol profesional muchos son los llamados, pero pocos los elegidos. La portería es el único lugar donde el dueño de la titularidad puede quedarse a vivir eternamente y tapar el paso o la carrera de otros guardametas. Es más, se dice que entre más veterano es el arquero más seguridad ofrece bajo los tres postes.
Un portero suplente a diferencia de otros jugadores de banca se puede pasar temporadas completas haciendo ejercicios de calentamiento y solamente entrará al terreno de juego si el titular se lesiona o es expulsado, y eso pocas veces sucede.
Bueno, para su mala fortuna se han dado los casos en los que el portero inicialista se lesiona o sale expulsado y el equipo ya había realizado sus tres cambios permitidos y un jugador de cancha termina poniéndose el suéter para cubrir el lugar.
El entrenamiento de los guardametas es la más desgastante de todas las posiciones.
Si bien en los partidos no corren, su trabajo requiere de estar físicamente al 100 por ciento, tener fuerza en los brazos, agilidad, reflejos, potencia de piernas, valentía, decisión, sincronización en sus salidas, liderazgo, voz de mando y, ante todo, una gran moral para levantarse después de los errores.
Los arqueros pueden llegar a ganar grandes sueldos, pero nunca a la par de los que cobra un goleador o un buen mediocampista. Ciertamente su trabajo es reconocido y llegan a recibir premios por su brillante actuación, pero no podemos ocultar que tanto los porteros como los defensas viven y seguirán viviendo a la sombra de los jugadores ofensivos.