Varios días después de uno de los mejores partidos a nivel mundial (no, no hablamos de los partidos de la UEFA, sino del Superclásico Boca-River), y con la mente un poco mas fría vamos a analizar lo que pasó el último jueves.

Esta clase de partidos siempre se vive de forma especial, más para los fanáticos del Fútbol o los hinchas de alguno de los dos equipos (trataré de ser objetivo ya que soy hincha de Boca).

Para empezar, el planteo táctico por parte del equipo de Gallardo fue muy bueno, poniendo a Ponzio y Kranevitter juntos en medio del campo, permitiendo el control casi absoluto de la pelota, y con una gran presión sobre el medio campo xeneize en casi el 75% de la cancha.

En la otra cara totalmente opuesta, estuvo Boca, un Boca desconocido a lo que viene siendo a lo largo de este 2015. Gago y Pablo Pérez casi no llegaron a conectarse (puede ser que haya sido mérito de River).

También, desde la otra cara, como Gallardo acertó en sus cambios iniciales, Arruabarrena, erró al hacer ciertos cambios, como por ejemplo, el no haber puesto a Peruzzi, Meli y Osvaldo. También se equivocó con Pavón, un chico explosivo pero sin experiencia suficiente como para ponerlo durante todo un partido tan importante y un flojo Marin, cuya actuación derivó en el penal -y posteriormente en el único gol del partido-.

Un papel muy importante fue el que jugó Germán Delfino, árbitro del partido, quien adoptó una posición muy permisiva y no sancionó como era debido.

Estuvo bien en cobrar el penal que fue ejecutado por Sánchez, quien fue uno de los que debería haber recibido la tarjeta roja por una piña en la nuca a Fernando Gago en una jugada en la que la pelota estaba lejos de su posición. Cerca de ellos estaba el juez de línea y el árbitro, que estando de espaldas, volvió y le sacó amarilla al jugador de River.

Otros que debieron ser amonestados fueron Vangioni, que ya tiene fuertes antecedentes que lo condenan (aunque todavía no vio la Roja) y Funes Mori, que hizo uso de una patada "karateca" a Pablo Pérez. Este último no se quedó de brazos cruzados y, ya cerca del final, escupió al joven "Pity" Martínez (ex-Huracán).

Tambien cabe destajar que le perdonó la vida a Cubas (jugador de Boca) quien había visto la tarjeta amarilla al principio del partido y al final del encuentro cometió otro foul, digno de la segunda tarjeta.

En referencia al dudoso arbitraje de Delfino, Héctor Baldassi, ex arbitro mundialista, dijo en una entrevista que hizo para el Diario Ole, que "Funes Mori, Vangioni y Carlos Sánchez debieron ser expulsados (...) Sánchez al ver que no tomó ninguna determinación, la siguió porque sabía que no había control." Sin embargo, considero que si bien, un mal arbitraje puede condicionar un partido, los jugadores de Boca, en lugar de quejarse tanto tendrían que haber jugado un poco más al fútbol y no ir tanto al choque y a la queja.

En las ultimas horas se decidió que el árbitro del próximo partido será Herrera por sobre Pitana, ya que la dirigencia boquense se opuso firmemente a Pitana, quien también fue de polémica actuación en el Boca-River de la Sudamericana pasada.

Para finalizar, el partido, al igual que el disputado en la Bombonera el pasado domingo, podría haber sido para cualquiera de los dos. River tuvo más chances claras de gol, pero fue un penal a los 87', cometido por el inocente Marin (ya mencione antes, error del "Vasco" en ponerlo de titular) el que determinóo el resultado del partido. De todas formas, como se dice en la jerga futbolística, todavía falta un tiempo de noventa minutos y estoy seguro que nos va a dar mucho más para seguir hablando.