Germán Delfino fue el elegido para dirigir la ida del cruce por los octavos de final de la Copa Libertadores entre Boca y River. Era sabido que el partido sería trabado y friccionado, con mucho roce y presión de ambos lados, y se notó en el arbitraje.

Su actuación fue polémica, tuvo varias equivocaciones claras en lo disciplinario, y fue más permisivo de lo que debería.

A los 10 minutos del primer tiempo, Lionel Vangioni le clavó una plancha a Fernando Gago, que lo dejó con la media rota. La falta era para expulsión directa, y Delfino sacó sólo tarjeta amarilla.

En el inicio del segundo tiempo, Ramiro Funes Mori le pegó una patada clara e intencional a Pablo Pérez, y apenas recibió una amarilla. Carlos Sánchez golpeó sin pelota a Fernando Gago, y ni el árbitro ni sus ayudantes vieron nada.

Leonardo Ponzio también debió haber dejado la cancha luego de un agarrón del cuello a Cristian Pavón. Sin embargo, Delfino sólo le mostró la amarilla y luego de varias infracciones.

El único acierto de Delfino estuvo en la expulsión de Teófilo Gutiérrez faltando cinco minutos para el final, luego de una patada muy fuerte a Guillermo Burdisso.

Por el lado del xeneize, Cubas debió ser expulsado por acumulación de faltas estando amonestado. Además, al final del encuentro, Pablo Pérez lanzó un escupitajo a Gonzalo Martínez, que pasó totalmente desapercibido.

En lo técnico, el árbitro estuvo correcto y sancionó un penal para River, por una falta de Leandro Marín sobre el Pity, que terminó en gol millonario.

Rodolfo Arruabarrena, DT de Boca, se mostró disconforme con el arbitraje. "Hay dos o tres expulsiones claras. Nos perjudicaron nuevamente", lanzó en conferencia de prensa.

Por su parte, Marcelo Gallardo defendió al referí justificando la dificultad de dirigir un partido de este nivel. "No incidió en el resultado", dijo. Apuntó a alejarse de las cuestiones externas de cara al partido de vuelta, aunque sabe que el arbitraje siempre es importante. "No me gusta que se empiece a condicionar. Seguro lo van a intentar, como han hecho con otras cosas.

Tenemos que abstraernos de lo externo", declaró el técnico de River Plate a TyC Sports.

El ex árbitro Héctor Baldassi también dio su opinión y criticó a Delfino. "Delfino no estuvo a la altura del partido. Su labor hay que dividirla en dos, acertó en lo técnico y falló en la conducción y en lo disciplinario", comentó.

Este mismo año, Germán Delfino había sido suspendido tras usar la tecnología para rectificar un penal que había cobrado para Vélez, contra Arsenal.

El árbitro que dirija el partido de vuelta entre Boca y River tendrá un gran desafío por delante. Hasta el momento, los candidatos son Pitana y Herrera. La Conmebol prefiere al árbitro con experiencia mundialista, pero tanto Boca como River se inclinan por Herrera, quien nunca dirigió un Superclásico. Sucede que los xeneizes fueron víctimas de un corner mal sancionado por Pitana en un Superclásico del año pasado, que terminó en gol de River.