En la última década Rusia viene rearmándose militar y económicamente y jugando un papel fundamental en buena parte de Medio Oriente y América Latina; mientras que China viene haciéndose fuerte principalmente en los países de América latina y el Caribe, donde firma acuerdos con sus gobiernos para explotar y explorar los recursos naturales y económicos fundamentales, convirtiéndose de esta forma en un nuevo imperio capitalista. A raíz de ello Estados Unidos militariza distintos puntos del planeta, impone sanciones económicas, amplia la política del golpe de estado "suave" y hasta se da el lujo de "negociar" con sus "enemigos históricos" con el fin de arrancarles "socios y aliados estratégicos" a Rusia y a China.

En los últimos años la "administración Obama" reforzó la política bélica lanzada por Bush en los países de África, Asia central y medio oriente bajo el pretexto de combatir el "terrorismo" sin embargo el objetivo fundamental se basa en imponer la "hegemonía imperial estadounidense" en esas tierras y apropiarse de sus recursos a la vez mostrar una señal de fortaleza frente a "enemigos claves" (Rusia y China). Como parte de esta política se han lanzado grandes masacres en Somalia, Yemen, Libia, Siria, Irak y Paquistán así como se han fortalecido los intentos por desestabilizar al gobierno iraní "aliado prioritario" de Rusia en política energética. En la actualidad la "administración estadounidense" busca nuevas estrategias de destrucción del régimen de Teherán por la vía "negociadora o de seducción" esta misma lógica se repite en América Latina en el caso de Cuba como una forma de quitarle "aliados" tanto a Rusia como a China y en este ultimo caso de "aislar" a la Venezuela "chavista".

Esta "doctrina imperial" se ha visto fortalecida por los ataques lanzados por Georgia en el año 2008 con asesoramiento militar yanqui por medio de la OTAN, contra el "protectorado ruso" de Osetia del sur y posteriormente con el "golpe de estado" "anti ruso" promovido y financiado por Washington en 2014 en Ucrania. Este golpe se debió a la negativa del gobierno ucraniano "pro ruso" de que el país sea anexado por la Unión Europea y por la OTAN.

Rusia se opuso a este golpe y fue castigada con un bloqueo económico, financiero y comercial, aplicado por Estados Unidos al que luego se sumo la Unión Europea. A la vez se impone la militarización de Europa del este con el objetivo de "cercar" a Rusia, este "cerco" se hace mas fuerte por la presencia militar de la OTAN en cercanías de las fronteras terrestres y marítimas de Rusia y por la presencia de la sexta flota del ejército estadounidense en las aguas del mar negro.

Esta militarización amenaza también a China, porque sin lugar a dudas el país asiático es la principal potencia que se disputa con los yanquis el control sobre los recursos estratégicos del planeta, en este sentido Estados Unidos trata de "contener" el avance del "régimen de Pekín" tejiendo alianzas con los países que poseen fronteras terrestres con China y "cercándola" militarmente a través de la quinta y de la séptima flota del ejercito estadounidense.

Esta "aventura" de Washington, obliga a Moscú y a Pekín a hacer "pactos" de "carácter militar" para reforzar su "defensa". Dichos regímenes no constituyen una alternativa al sistema capitalista sino que son parte de este. Solo la lucha de lo de abajo podrá sepultar este orden injusto para imponer otro basado en la solidaridad y en la dignidad del ser humano.