En sus primeros meses de Gobierno, Mauricio Macri ha optado por la continuidad y o profundización de las medidas de "ajuste" implementadas por la anterior administración de Cristina Fernández.
En los últimos años, se vienen produciendo una serie de despidos en el "sector privado" principalmente en las empresas multinacionales que frente a la desfavorable coyuntura económica, descargan la crisis sobre los trabajadores.
Esta situación ha generado un nuevo proceso de luchas (Lear, Gestamp, Kraft, Linea 60, etc.) a las que el anterior gobierno (Haciendo causa común con el "bloque dominante") respondió con represión (Por medio de medidas criminales como la "ley antiterrorista" y el "proyecto X").
A principios del año 2014, el ex ministro de economía Axel Kicillof -respondiendo a las exigencias del "poder real"- ejecutó una política de "ajuste" en el salario de los trabajadores por medio de una devaluación del 35 %, que desencadenó un nuevo ciclo inflacionario.
A la vez acordó "normalizar" el INDEC bajo la auditoria del FMI, lanzo un tercer "mega canje" en beneficio de los "tenedores de bonos", arreglo con el club de París y con Repsol bajo el visto bueno del CIADI, contrajo nueva deuda publica y diseño presupuestos con recortes en el "gasto publico".
En este marco se pactaron nuevas "entregas" con Chevron y se dio impulso a una ley de hidrocarburos en beneficio de las multinacionales. se endeudo a YPF en el mercado de capitales, se dio el visto bueno para la aplicación de leyes de privatización de la semillas (A la medida de Monsanto) y se mantuvo la política de mega minería contaminante a cielo abierto en favor de Barrick Gold y demás corporaciones.
Con Macri esta política continúa y se fortalece. Los despidos en el "sector privado" (Parana Metal, Siderar, Cresta roja, etc.) comenzados en los últimos meses de la era k, se consolidan. En este sentido tanto los "capitalistas amigos" del actual gobierno, como los "capitalistas amigos" del gobierno saliente (En "sintonía" con la "lógica de ajuste" planteada), despiden a cientos de miles de empleados, como sucede en el "grupo 23" (Empresa de medios de comunicación cuyo propietario es el ex testaferro Kirchnerista Sergio Spolsky).A la vez se produce el "achique" del "sector publico", por lo cual mas de diez mil trabajadores se quedaron en la calle.
Tal como sucedió durante el anterior gobierno, dichos ajustes son defendidos por la vía de la represión (Ejemplo: Cresta Roja, Municipalidad de La Plata, etc.) utilizando los mismos instrumentos ("Ley Antiterrorista").
A esto se suma una devaluación del 40 %, tarifazos en los servicios públicos (vía quita de subsidios), grandes concesiones a los monopolios (Agroindustriales, hidrocarburiferos, mineros, financieros, etc.), así como nuevos "mega canjes" de deuda, arreglos con los "pequeños buitres" y la vuelta de la Argentina al foro "neoliberal" de Davos orientada a inaugurar un nuevo ciclo de negocios que endeude al país en el mercado de capitales.
Ante esta nueva estrategia de ajuste, represión y entrega, la clase trabajadora y las organizaciones sociales deben unificar la lucha en defensa de sus derechos.