Mientras se recupera en su domicilio de la cirugía a la que debió someterse, como consecuencia del accidente de helicóptero que sufrió el 11 de octubre de 2013, el gobernador José Luis Gioja se tomó el tiempo de atender a los principales medios de la provincia, a quienes les realizó reveladoras declaraciones.

Manteniendo siempre su perfil de hombre pausado, que sabe medir los tiempos, cuando el periodista Leonardo Domínguez, del Diario de Cuyo lo consultó sobre la posibilidad de ir por otro mandato, su primera respuesta fue "no me he puesto a pensar en eso todavía". 


Sin embargo afirmó que, como ya lo había declarado en alguna oportunidad, "el hombre político y público siempre quiere hacerlo (N.E. seguir gobernando), es el sueño del pibe". Textuales palabras declaradas al matutino Diario de Cuyo el pasado 25 de enero, tres días después de que fuera dado de alta. 


Este pensamiento freudiano, este aseverar que el sueño del pibe es el básico instinto del hombre de dominar a los otros, se ve sustentado por la definición que el gobernador brinda de la política en la nota. "La política es la lucha por el poder", reflexiona, a la vez que propone que "el poder no es decir 'venga joven, siéntese porque usted es bonito, tiene los ojos azules y va a ser el candidato a intendente'". 


Esta interpretación de la política como la lucha por el poder contrasta con la opinión que muchos estadistas tienen de la política: la rama moral que se ocupa de la actividad de una sociedad libre, en pos de resolver los problemas que plantea la convivencia colectiva. No obstante, siempre está latente el ejercicio del poder aunque traducido en la búsqueda de un fin trascendente. 


Las recientes declaraciones del gobernador Gioja se contraponen también a las que vertiera el 14 de agosto del 2007, luego de resultar reelecto por primera vez. En esa oportunidad, también en una nota brindada a ese mismo diario, afirmó (y fue la nota de tapa) "no me gustan las reelecciones indefinidas", y añadió "voy a vetar y vedar a todo el que piense que la reelección indefinida es útil para San Juan". 


Pero la mente y el discurso de las personas cambian con el tiempo. Y lo que antes nos parecía incorrecto o inoportuno hoy puede parecer lo más natural y correcto del mundo, afirmándonos siempre en el deseo de poder o de dominar a otros, advertido por Freud y Nietzsche desde tiempos remotos.