Todo comenzó el domingo pasado, cuando el diario Clarín publicó un artículo escrito por Nicolás Wiñasky y Daniel Santoro en el que se manifestaba que, entre los papeles que se encontraron en el departamento del fiscal fallecido, había un borrador de la denuncia donde Nisman solicitaba la detención de la presidente Cristina Fernández de Kirchner. Idas y vueltas entre funcionarios y medios de comunicación que dejan más interrogantes que respuestas.


Para el Gobierno, en un principio fue "basura" lo que publicó Clarín el domingo. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se encargó de dejarlo bien en claro cuando, en plena conferencia de Prensa, rompió el artículo del diario en mil pedazos. La fiscal que investiga la muerte de Nisman, la Dra. Fein, desmintió que entre la basura hallada en el departamento del occiso hubiesen encontrado el borrador en cuestión.


Horas después, Clarín publicó imágenes del documento. Allí, en la foja 67 puede leerse claramente, ya que está señalado con resaltador amarillo, "disponga la detención de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, de Héctor Marcos Timerman, de Andrés Larroque (previo procesos de desafuero, remoción o juicio político, según corresponda...)". Inmediatamente los mecanismos de respuesta se activaron.


El primero en salir fue Capitanich, quien durante la tradicional rueda de prensa señaló que hay quienes eligen "buscar en la basura cuestiones que tienen que ver con una estrategia urdida claramente por grupos de inteligencia desplazados", reafirmando la teoría del complot que viene sosteniendo el gobierno desde un comienzo.


Después le tocó el turno a la fiscal Viviana Fein. En la puerta de su juzgado y frente a la prensa declaró que "se transmitió en forma errónea una información rectificada por mi parte en forma libre, auténtica y espontánea", y añadió que "los errores los cometemos todos, la documentación está preservada, las medidas tomadas y se sigue trabajando. Asumo un error involuntario al contestar la pregunta sobre documentación de la causa. Asumo si me equivoqué, rectifico; el mensaje y la prueba están".


Y como no podía ser de otra manera, Aníbal Fernández también dijo lo suyo. El secretario general de la Presidencia declaró ante los micrófonos que la fiscal Viviana Fein incurrió en "un papelón de los grandes" al haber afirmado que no existía un borrador de la denuncia de Nisman. "Es un papelón fenomenal", sostuvo Fernández quien añadió que "detrás de toda la discusión que estamos sosteniendo nosotros está Stiuso", en sintonía con lo manifestado por Capitanich.


El por qué de la negativa de la fiscal sobre la existencia del borrador es un misterio. Ingenuamente podría pensarse que se trató de un error de interpretación, como ella misma afirma. Lo cierto es que con este documento aparecido en la basura del departamento del fallecido fiscal, el gobierno vuelve a dar un giro en sus opiniones.


A pocas horas de que se encontrara el cuerpo de Nisman, y de que se conocieran las aproximadamente 300 fojas de la denuncia, desde el oficialismo salieron a descalificar el trabajo del fiscal aduciendo que no tenía ningún sustento. En muchos casos llegaron a deslizar que ese precisamente sería el motivo del suicidio, el saber que debía presentarse en el Congreso de la Nación al día siguiente con una denuncia endeble.


Sin embargo, y según lo que manifestó Aníbal Fernández esta mañana al decir que "Alberto (Nisman) conocía mucho de derecho", puede inferirse que tan improvisado no era. Es más, Fernández dejó en claro que "ningún fiscal, sobre todo Alberto, un tipo que conocía mucho de derecho, comenzaría a plantear un trabajo de estas características sin haber leído la Ley de Fueros".


Para el gobierno, el documento encontrado habría sido plantado en el departamento por los servicios de inteligencia, los mismos responsables de la muerte del fiscal.