Durante su acostumbrada conferencia de Prensa matinal, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich rompió dos artículos del diario Clarín aduciendo que "todo el tiempo es mentira y basura". 
En un acto que despertó en más de uno el recuerdo de la quema de libros llevados a cabo durante la Alemania nazi, Capitanich desmintió dos artículos: uno redactado por Nicolás Wiñaski y Daniel Santoro sobre la denuncia del fiscal Nisman en la que se hacen ilegibles varios párrafos al haber sido tachados y donde los autores del artículo especulan se hablaría de un pedido de desafuero y detención contra la presidente. El otro, la columna de Eduardo Vander Kooy en la que el autor citaba al jefe de Gabinete cuando, el pasado 15 de enero, aducía que la denuncia de Nisman tenía como objetivo "interferir en una agenda positiva" como es el hecho que "desde 1993 a la fecha Mar del Plata ha tenido un récord de turistas". En esa oportunidad, Capitanich advirtió sobre la intención de "algunos miembros del Poder Judicial", "grupos de medios concentrados", "corporaciones económicas", "sectores de inteligencia... nacionales e internacionales" y "otros grupos internacionales" que buscan "desestabilizar al Gobierno permanentemente con actitud golpista" (N. E: escuchar audio) 
Visiblemente molesto con estas dos notas publicadas en la edición del domingo de Clarín, el jefe de Gabinete tomó los dos artículos del diario y los hizo añicos frente a la prensa que allí se encontraba, mientras advertía que "la confrontación política va a ser una confrontación comunicacional permanente y para eso estamos, porque nosotros creemos profundamente en la libertad de expresión". 
El desatinado gesto fue tomado por centenares de personas como una provocación, como la intención del Gobierno de guiar a los ciudadanos sobre qué diarios leer y cuáles no. Así, las redes sociales se vieron colmadas de frases de disgusto y enojo profundos, incluso algunos llegaron más lejos al comparar el gesto de Capitanich con la quema de libros durante el gobierno nazi.