El pasado 9 de agosto se celebraron las elecciones primarias abiertas simultaneas y obligatorias (PASO) a lo largo y ancho del territorio nacional, mientras los análisis y lecturas sobre un posible escenario de polarización entre el Frente para la victoria y el Frente Cambiemos hoy se desmiente.

Los resultados se ajustan a las lecturas anteriores hechas, sumándole un Mauricio Macri que individualmente excluyendo a sus compañeros electorales obtuvo un 24,3 por ciento de los votos, un porcentaje alejado a las encuestas que le atribuían entre un 29 por ciento a un 31 por ciento.

La gran sorpresa a pesar de los pronósticos negativos es la buena elección realizada por Sergio Massa y el conjunto de la alianza UNA, que en conjunto con el gobernador de Córdoba Manuel De la Sota obtuvieron el 20,63 por ciento de los votos, 4 puntos menos que la figura de Mauricio Macri.

Por el lado del Fpv, la actuación de Daniel Scioli frente a los comicios fue la esperada, ya que el mismo logró un 38,5 por ciento de los comicios, cuando el rango en las primarias rondaba entre el 36 por ciento hasta el 39 por ciento, estos números obligan al gobernador bonaerense a empezar a captar votos que residen en el peronismo federal no kirchnerista, un sector político el cual conoce, y que tiene una relación cálida, con respecto a principios ideológicos.

Lo que se definirá a lo largo de estos dos meses será son las plataformas electorales de la oposición, donde el frente cambiemos hace pública la necesidad que generar un acuerdo extra-político con la alianza que lleva como candidato a presidente a Sergio Massa. El candidato a gobernador bonaerense por UNA Felipe Solá, declaro "Jodanse" rechazando un acuerdo con el Pro, donde se buscaba la dimisión de la candidatura presidencial del diputado nacional y ex-intendente de Tigre, a cambio de cargos ministeriales y la solventación económica de la campaña.

Lo cierto es que el Frente cambiemos demostró ser una fuerza competitiva gracias a la estructura electoral del radicalismo a nivel nacional, pero que cuenta con un grave problema de techo electoral, ya que la figura propia de Macri se ha estancado porcentualmente en los últimos meses ubicándolo así 14,1 por ciento de diferencia con respecto al candidato kirchnerista, denotando así la falta de tranquilidad a la hora de competir cara a cara con el gobernador bonaerense, es así que hoy el equipo de asesores y su plataforma electoral buscará desesperadamente un posible acuerdo que obligue al porcentaje electoral massista a virar sus votos hacia Macri.

El kirchnerismo hoy también tiene una necesidad ambiciosa, y es poder crecer lo suficiente para evitar un posible balotaje en noviembre. El candidato del Fpv hoy necesitaría dos puntos para llegar al 40 por ciento, pero que se condicionan si el candidato que termina en segundo lugar obtiene 10 puntos menos que el primero, de no ser así obliga al binomio Scioli-Zannini a buscar un porcentaje mayor al 45 por ciento, una tarea titánica que está presente en la mayoría de los sectores hoy políticamente presidenciables.