Según informa el sitio MejorConSalud.com, este aceite tiene diversos usos y beneficios sobre la piel y el cabello, sobre todo por sus propiedades regenerativas, hidratantes y antioxidantes, y su alto contenido de Omegas 3 y 6, minerales, ácidos grasos y vitaminas E y B2. De hecho, es por esta razón que se han impuesto, casi como una nueva tendencia, los productos de cuidado personal y capilar a base de aceites vegetales como el de la almendra, el argán, el lino, el coco, la caléndula, la jojoba y la rosa mosqueta, entre otros.

¿Por qué el aceite de almendras es tan amigable con la piel? Por sus propiedades humectantes y su alto contenido de vitamina E. La vitamina E tiene efecto antioxidante, dermocalmante y regenerativo, por lo que el aceite de almendras ayuda a aliviar las pieles irritadas y/o con psoriasis, herpes, manchas oscuras, acné, sarpullidos y rosácea, además de que reduce el enrojecimiento de la piel que presente alguna de estas afecciones. También ayuda a eliminar las estrías y alisar las arrugas del rostro, cuello y contorno de ojos, y a su vez también retrasa la aparición de nuevas arrugas en el futuro.

¿Y qué hay del cabello? La vitamina E del aceite de almendras, en conjunto con la vitamina B2, ayuda a que crezca fuerte y mejora su aspecto y textura, porque refuerza las hebras capilares, por lo cuál también evita su caída. Así mismo, también implica un importante aporte a la Salud del cuero cabelludo, ya que ayuda a disminuir la aparición de caspa y la producción de seborrea, sin siquiera ensuciar el pelo. La leche de almendras, si bien es un producto diferente, tiene las mismas propiedades y el mismo efecto fortalecedor que el aceite sobre el cabello.

Otro dato para resaltar, es que este aceite es uno de los más utilizados en masajes, ya que al aplicarse sobre la piel de esta manera, debido a su textura suave y su aroma dulce y leve, ayuda a descontracturar y reducir los niveles de estrés, además de activar la circulación y favorecer la irrigación en los vasos de la piel.