El café es una de las bebidas más populares y difundidas a nivel mundial, pero no todos los "cafeinómanos" son conscientes de los beneficios de esta bebida para nuestro bienestar.

Varios estudios científicos asocian el consumo de café con un efecto positivo frente a Enfermedades crónicas tales como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurodegenerativas. En los últimos 20 años, un número creciente de estos estudios se centró en el papel de esta bebida también para el órgano más grande del cuerpo, el hígado.

El Instituto Institute for Scientific Information on Coffee publicó un estudio en el que examinaban el efecto del consumo de café en la reducción del riesgo de carcinoma hepatocelular (HCC) y enfermedad hepática crónica (EPC), en una muestra de más de 162.000 personas.

Se mostró una asociación entre el consumo de café y un menor riesgo de cáncer de hígado y la enfermedad crónica del hígado. En comparación con los no bebedores, los individuos que habían recibido 2 o 3 tazas de café al día mostraron un 38% menos de probabilidades de desarrollar cáncer de hígado y eran 46% menos propensos a desarrollar enfermedad hepática crónica; estos valores se elevarían respectivamente a 41% y 71% en aumentar el consumo de tazas de café a 4 o más por día (pero esto no está recomendado, la cantidad diaria recomendada es de 2 a 3).

Los estudios indican que el consumo de esta bebida es capaz de reducir la acumulación de grasa y el depósito de colágeno en el hígado. El consumo regular de café parece ayudar a prevenir el daño hepático causado por el abuso de alcohol y el tabaquismo, así como mejorar la función del hígado y prevenir la cirrosis, tanto alcohólica como no alcohólica.

Se llevan haciendo estudios epidemiológicos desde hace años han mostrado una correlación inversa, no sólo entre el consumo regular de café y la cirrosis, sino también entre el café y el riesgo de calculos biliares. Este último efecto parece ser dependiente de la dosis ya que tiende a desaparecer si la dosis de cafeína es superior a 300 mg al día.

Otro estudio publicado en el Liver Int.

 confirmaba que el consumo de café aumenta los niveles en sangre de las transaminasas y eso retrasa la progresión de la cirrosis en pacientes con hepatitis crónica, mejora la respuesta a la terapia antiviral en la hepatitis C crónica y se correlaciona inversamente con la severidad de la EHNA en pacientes con enfermedad de hígado graso no alcohólico.

Y aún hay más, otro estudio realizado por investigadores del Instituto Mario Negri de Milán dirigido por Carlo La Vecchia, relaciona el efecto positivo del café con la reducción del riesgo de cáncer de hígado. Según los resultados, se reduce hasta el 40% la probabilidad de padecer un carcinoma hepatocelular. El estudio se publicó en Clinical Gastroenterology and Hepatology.