Pedro Astorga y Romina Ansaldo no están juntos. La pareja ganadora del reality "Amor a Prueba" han comenzado proyectos por separado. Hace poco más de un mes la pareja demostraba ser una de las más afianzadas que había salido del reality, pero ahora toman caminos diferentes.
Pedro Astorga ha realizado una entrevista con la prensa de su país natal y ha explicado que ya no están juntos al menos por el momento debido a los compromisos profesionales de ambos. Él se está dedicando a la Cervecería que corresponde al Cajón del Maipo, tierras que Pedro desde primer momento ha querido defender.
El deportista desde que entró al reality mostró su interés por ayudar en esta causa y por ello al ganar el premio del reality invirtió gran parte del mismo para comprar maquinarias con el único objetivo de producir cerveza artesanal en esa zona. La pareja al obtener el premio decidió dividirlo por la mitad y cada uno lo invirtió en su causa.
Pedro ha contado con mucho entusiasmo todo este proyecto que tiene encaminado, y además que la parte del dinero restante la utilizaría para realizar su pasión que es el deporte. Por ello pagará los viajes que necesite para competir con su kayak.
En medio de dicha entrevista se le preguntó por Romina, a lo que el chileno contó que se tienen mucho cariño pero que han emprendido proyectos por separado.
La argentina ha adquirido una propiedad en Chile que está decorando con ayuda de su madre.
Los proyectos profesionales son los que no permiten que la pareja este junta. Pero la realidad es que ambos siguen disfrutando de su amor y así lo comparten por las Redes Sociales. Por el momento no están juntos físicamente, pero sí piensan estarlo.
Mientras Pedro se dedica a la cervecería, Romina sigue con presentaciones en eventos nocturnos y acomodando la casa que compartirá con Pedro cuando pasen tiempo juntos. La pareja comparte gran pasión por el deporte y así pudimos ver las últimas imágenes en sus perfiles disfrutando de la naturaleza como a ellos le gusta. Ambos coincidieron en que después de tantos meses de encierro necesitaban conectar con la naturaleza, una de sus grandes pasiones.
