Cuando se anunció que entraría un participante más a Gran Hermano 2015, las especulaciones volaron. Tras definirse cinco candidatos para entrar al juego, una encuesta realizada por el portal de noticias del reality show indicó que el gran favorito es uno de los últimos eliminados, Matías Shrank.
El "Virgen misionero" viene cosechando el 37 por ciento de los votos para reingresar a la popular casa. En segundo lugar, con el 23 por ciento, se encuentra Ángela Pereyra, una de las nuevas aspirantes. Por debajo del 20 por ciento aparecen Camila Cortese y Belén Bianchi, la otra nueva candidata.
Y con un pobre 9 por ciento se encuentra Solano Cano.
Matías había abandonado GH 2015 junto a Solano en la última gala de eliminación. Se había ganado el odio de algunos de sus compañeros por haberle hecho la fulminante a Brian Lanzelotta, uno de los líderes dentro de la casa. Pero antes de eso era dueño de la desconfianza del grupo, que lo tildaban de "extraño" por su modo peculiar de ser.
La expulsión del misionero fue celebrada por debajo, por considerar que se había castigado a un "traidor". Si el número arrojado por la encuesta se materializa en votos positivos, su vuelta sería todo un hecho que dejaría a más de uno con la boca abierta dentro de GH 2015. Especialmente la de Brian, que entraría en conocimiento que su posición no es tan segura como supone.
La posible vuelta de Matías Schrank al juego, tras ganarse la antipatía de la mitad de los integrantes de GH, trae consigo la figura del ganador más famoso del reality: Cristián U.
El campeón de la edición 2011 supo jugar, por momentos, al líder y al villano. Su táctica de juego fue impecable y detestada. Tanto que fue nominado en varias oportunidades hasta que fue eliminado, causando alivio.
Sin embargo, él regresó al juego por el voto positivo de la gente, desatando rabia y varias lagrimas de aquellos "hermanitos" que con sólo verlo entrar lo vieron ganador.
Ese mismo golpe busca dar el "Virgen misionero" con su nueva postulación a GH 2015. Una táctica que derribara la seguridad de los integrantes de la casa, quienes no se la ven venir.