Nuevamente, un manto de incredibilidad cubre a Gran Hermano. Ni bien habían pasado escasos minutos de la vuelta de Matías Schrank a la popular casa Argentina, desde las redes sociales llegó el eco de una poderosa denuncia. Se trata de Roberto Schrank, padre del misionero, quien a través de Facebook denunció que la producción de Endemol le prohibió ver a su hijo porque querían volver a meterlo adentro del juego.

"¡No me dejaron verlo!", lanzó el padre de Matías en una carta publicada en la popular red social. Había viajado desde Misiones especialmente para reencontrarse con su hijo, que había abandonado la casa en la última gala de nominación.

Pero no pudo concretar su deseo de abrazarlo, porque la producción no se lo permitió.

"Lo van a hacer entrar de nuevo", dijo luego, adelantado lo que sucedió el viernes por la noche. En su impotencia por no haber podido ver a su hijo, el padre del misionero había deseado que su hijo no aceptara volver al juego. "¡Está todo arreglado!", denunció.

"Basuras, eso son para mí", expresó Schrank contra los productores de Gran Hermano 2015, con quienes tiene la intención de intercambiar puños por haberle privado tener contacto con su hijo.

En su descargo, el padre de Matías argumentó que a su hijo lo hicieron recorrer programas, boliches y dar notas con reconocidos periodistas en el poco tiempo que estuvo fuera del juego.

Tiempo en que hubiese podido estar junto a él. "Es lo más parecido que vi a una trata de personas", disparó.

El padre del recién reingresado aseguró en su carta pública que no teme a las consecuencias que tengan sus palabras. Ni para él ni para su hijo.

Horas antes de que surgiera la denuncia del padre de Matías contra el reality, desde la casa también se ponía en duda la credibilidad del desarrollo del juego.

Relajada en el jacuzzi, María Paz le comentó orgullosa a Francisco y a Nico que era dueña de un secreto por el que Gran Hermano le dio pase libre hasta la final.

"Esto no es lo que habíamos hablado", le habría dicho la marplatense a la producción en el confesionario, según relató.

Sorprendidos, sus compañeros sólo reafirmaron sus palabras.

"¡Bomba tras bomba!", añadió Fernando, dando un presunto esquema del desarrollo que armaron los productores para la continuidad del show.

Pero, horas más tarde, a la segura hermanita se le rompió la seguridad. La producción de Gran Hermano 2015 la sancionó por su comentario, alegando que no puede mentir y ensuciar al reality sólo por mera estrategia de juego.