El sindicalismo argentino volvió a mostrar su poderío y lo hizo con una mega concentración que albergó a miles de trabajadores agremiados a las principales CGT, unidas por primera vez en la gestión del presidente, Mauricio Macri, por temas como el impuesto a las ganancias, los "tarifazos" (aumento a servicios públicos como agua, transporte, etc.) y principalmente la ola de despidos, que ronda los 100, 000 ceses de contratos, según los gremios sindicales.
El punto de encuentro fue el monumento al trabajador y la intersección de las avenidas Independencia y Paseo Colón, colmadas por los manifestantes y los tradicionales puestos de choripanes.
Al filo de las 15:00 horas los dirigentes sindicales, Hugo Yasky, de la CTA de los Argentinos, Hugo Moyano, de la CGT Azopardo y los secretarios generales Pablo Micheli y Antonio Caló de la CTA Autónoma y CGT Alsina, respectivamente, dieron por iniciado el evento, en que cada uno se dirigió a su militancia y reivindicó su clamor al Gobierno con un tono distinto, tal es el caso de Caló y Moyano, quienes no fueron tan contundentes a la hora de amenazar al mandatario con un paro nacional; pero eso si, dejaron una advertencia, como es el caso de este último: "Al que se ponga en frente de los trabajadores lo vamos a enfrentar."
Y es justo esa exhortación directa para el gobernante, Mauricio Macri, quien días atrás aseguró que vetará la Ley Antidespidos, que ya tiene sanción por los senadores y está a la espera del aval de los diputados, por lo que los dirigentes Hugo Yasky y Pablo Micheli, fueron enfáticos en su postura: "Si Macri veta la ley antidespidos, vamos derecho a un paro nacional"
En el acto que se dio en vísperas del día del trabajo, celebrado este uno de mayo, también se aprovechó para dar el anuncio de una histórica unificación de las tres CGT, en una actividad programada para el 6 de junio, cuando se llevará a cabo un Comité Central Confederal y el próximo 22 de agosto, el Congreso Nacional de la CGT, donde se consolidarían oficialmente.
Sin embargo también fue ocasión para relucir marcadas diferencias, tal es el caso de la CGT Azul y Blanca, liderada por Luis Barrionuevo, que tuvo una actividad por su cuenta en la intersección de la avenida de mayo y 9 de julio.
A juicio del dirigente la actividad perdió su esencia con la participación de algunos políticos de izquierda, entre ellos Daniel Scioli y Fernando Espinoza, a quienes calificó como el "PJ residual": "No estamos de acuerdo con que quieran estar atrás nuestro y adherirse con picardía política" Un discurso hecho por Barrionuevo, días después de presenciar en primera fila una actividad del Presidente, Mauricio Macri.
Pese a que en el escenario central no hubo ni una sola silla destinada a dirigentes políticos, algunos de ellos se encontraban entre la multitud, como lo es el exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien, respaldó las medidas sindicales: "Es imperioso que los trabajadores sean, cuanto más se pueda, más unidos." Además reiteró sus críticas al gobierno, en cuanto al apoyo a las clases sociales: "La derecha conservadora va a gobernar para un grupo de pertenencia, que siempre son los ricos, que se ponen más ricos."