John Dickson, ex oficial de inteligencia y ahora socio de la empresa Denim de ciber seguridad, expresó que era poco probable que Corea del Norte pudiera haber ejecutado el ataque que sufrió Sony Pictures el mes pasado, dijo que el motivo salta a la vista, y todos lo relacionan con la película La Entrevista pero afirmó que Corea no tiene los medios para haberlo hecho. Dickson señaló que Washington no revelará sus fuentes de inteligencia porque si lo hacen el siguiente grupo cambiará sus tácticas para evitar que los detengan.
Asimismo, el decano de investigación del Instituto de Tecnología SANS dijo que los ataques lo podrían haber realizado grupos de hackers independientes, y posiblemente con ayuda o dirección de Corea del Norte.
A veces utilizan grupos externos para que no se los involucre directamente, el libre flujo de información entre los grupos de hackers y naciones rebeldes podría significar que múltiples partes están involucradas. Por otro lado, Ullrich señaló que el ataque a Sony "no requería un alto nivel de sofisticación, pero según lo que sí requería era la persistencia para poder encontrar el punto más débil y así poder entrar.
Robert Graham, investigador de seguridad, también dijo que si Corea del Norte estuvo involucrada en estos ataques, puede haber sido a través de hackers externos. Los hackers del estado de Corea del Norte se forman como profesionales en la nación, dijo Graham en una entrada de su blog, también agregó que Corea podría ciertamente haber reclutado hackers extranjeros en sus equipos, o subcontratar las tareas a grupos extranjeros, pero es muy poco probable que sus cybersoldiers se comporten de esta manera.
Otros expertos sostienen que el gobierno de Obama no reveló el nombre públicamente pero que al menos tenía pruebas sólidas. "Estoy sorprendido de que las personas continúan teniendo dudas", dijo James Lewis, un investigador de ciberseguridad del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. "La gente ama la teoría de la conspiración".
Además, Lewis afirmó que la inteligencia estadounidense tiene la gran capacidad de poder localizar el origen de los ataques y no tiene ninguna necesidad política interna de culpar a Corea del Norte, la comunidad de inteligencia del estado nunca habría permitido que el presidente Barack Obama se lanzara al cuello acusando a alguien, al menos, claro está, que tuvieran un alto grado de confianza y seguridad.
Paul Rosenzweig, ex oficial de Seguridad Interior, que actualmente se encarga de dirigir un grupo de consultoría, expresó que vale la pena considerar un punto de vista opuesto, ya que no se puede decir simplemente confíen en nosotros, no con el público de Estados Unidos ni con otros países, y aunque el escepticismo no puede estar justificado, es real.