"El futuro del dinero no es Bitcoin y el futuro de Bitcoin no es ser dinero", aseguró David Birch, experto en dinero digital durante el Congreso Nacional de Bitcoin que se realizó en Amsterdam, Holanda, el miércoles de la semana pasada. Para Birch, la tecnología de la cadena de bloques (o 'Blockchain') es lo verdaderamente valorable de Bitcoin, moneda a la que no le pronostica un buen futuro.

Las expresiones de Birch no fueron aisladas sino que resumieron el espíritu del Congreso, en el que varios de los 20 oradores participantes evitaron incluso la palabra "Bitcoin" y, en cambio, decían, "la palabra B".

El motivo de esta autocensura fue la presencia de representantes de Bancos holandeses.

En cambio, en este Congreso en el que Bitcoin estuvo casi ausente, se trataron, además de la tecnología de la cadena de bloques, temas como títulos digitales, contratos inteligentes y cadenas de suministro compartido. Todas estas tecnologías quieren ser acaparadas monopólicamente por los bancos holandeses, que no se muestran para nada dispuestos a otorgar control sobre el flujo del dinero y mucho menos a reconocer que Bitcoin es dinero.

Ya en mayo del año pasado, el Banco Central de Holanda, a través de un comunicado aseguró que las criptomonedas no son alternativas viables a las divisas tradicionales y advirtió al pueblo sobre los potenciales peligros que su uso trae aparejado.

A pesar de eso, la comunidad bitcoinera holandesa que, en general, no se siente identificada ni representada por los empresarios organizadores del Congreso, sigue firme y pujante en pos de sus ideales, hecho que queda demostrado, entre otras cosas, por ser el primer país que cuenta con un Boulevard Bitcoin, en La Haya, experiencia que luego se ha replicado en otros países como, por ejemplo, España, que cuenta con su Calle Bitcoin, en Madrid.

El Banco Central holandés no está solo en su pensar. Otras entidades financieras del mundo, entre ellas el Banco Central de la República Argentina, han advertido sobre los supuestos peligros de Bitcoin en un supuesto intento de proteger a la población de la supuesta estafa de las monedas virtuales.