Un grupo de inadaptados provocaron disturbios en los host de HaxBall. Terminaron llenando a HaxBall de mensajes en contra y a favor de HaxBall White Night. Los haters y fanáticos de HWN mezclaron su ira y se desbordó la situación. Y una vez más los argentinos le demostramos al mundo ser un país tercermundista. Confundimos al rival como si fuese nuestro enemigo. Porque la competencia de quién es mejor siempre puede estar presente en un juego, pero caer en la agresión y al odio ya no.
De un lado están los jugadores y fanáticos de HaxBall White Night que defienden a su equipo de cualquier crítica y lo llaman ''el mejor equipo de HaxBall'' -con total subjetividad- y por el otro están un grupo de personas que llenan de insultos a HWN de pie a cabeza.
Por un lado, la pedantería de los fanáticos de HaxBall White Night, y por el otro: el odio, el resentimiento, el desprecio, la descalificación, los insultos y la difamación de los haters. La intolerancia entre ambos bandos está muy marcada. Hay que respetar todas las posturas, siempre y cuando éstas no sean ofensivas para los demás.
Lo más preocupante de estas actitudes es que no se saben sus orígenes. Ya no se las pueden seguir considerando como parte de una travesura de un niño de 10 años. Se trata de chicos que no sólo deberían estar acompañados por sus maestros y profesores, sino que también deberían tener incorporada la educación de sus padres.
Resulta muy difícil encontrar razones para justificar el odio a un equipo que en definitiva no se mete con nadie y que promueve respetar a los chicos con capacidades diferentes, dar oportunidades a los principiantes, ser humilde, entre otros valores más.
Se cree que unas de sus razones es que les gusta sentirse una especie de macho alfa y que todos le teman.
Los expertos aseguran que la mejor forma de superar a este tipo de comentarios agresivos, discriminatorios y violentos es ignorándolos. El capitán de HaxBall White Night, Martín "Tincho" Rivera habló sobre los hechos y dijo: "En la base de la doctrina de HaxBall White Night se encuentra la moral por sobre todas las cosas.
Tratamos de que nuestros jugadores sean virtuosos. Las virtudes que les inculcamos son: la resiliencia, la empatía, la paciencia, el sacrificio, los buenos modales, el sentido del humor, el perdón, la conciencia de uno mismo, la esperanza y la confianza. Cabe aclarar que no están en orden, el primero es de igual importancia que el último.
Resiliencia es seguir adelante mas allá de el resultado, podremos estar perdiendo pero jamás abandonaremos, debemos aceptar las decepciones; la empatía es ponerse en el lugar del otro; la paciencia es no perder la cabeza y dar batalla hasta el último segundo; el sacrificio es tener el coraje de olvidar nuestros intereses y no protestar un córner, un lateral o una falta cobrada a favor del rival; los buenos modales es la regla asociada a la tolerancia, es necesaria para la convivencia; la conciencia de uno mismo es no culpar a otros y hacernos cargo de nuestros propios errores; el perdón es reconocer que hicimos algo incorrecto y retractarse; la esperanza es tener confianza y mantener con encendida la fe de que podemos revertir el resultado, sea cual sea éste; la confianza es tomar decisiones arriesgadas, para luchar por lo que mas queremos."