El Hospital Rivadavia presenta condiciones edilicias adversas, falta de higiene, escasez en el personal y luchas gremiales que empeoran la situación. Blasting News estuvo presente en el lugar, dialogó con los trabajadores y tomó fotografías.

El sanatorio, dependiente del Ministerio de Salud porteño, se encuentra en la Avenida Las Heras 2670 y ocupa una de las manzanas más grandes de Recoleta, rodeada por las calles Sánchez de Bustamente, Pacheco de Melo y Austria. “En su mayoría recibimos a personas de la Villa 31”, explicó una médica perteneciente al sector de Internaciones, quien solicitó mantener el anonimato por motivos laborales.

Los vecinos de la zona no suelen atenderse allí porque prefieren el servicio privado, como casi todos los ciudadanos.

Ese es el área que está mejor equipado, al menos cuenta, desde hace unos pocos días, con calefacción. Las características en el resto del establecimiento son bien distintas: agujeros en los techos, goteras, suciedad y abandono. El Pabellón Cobos, un edificio donde solían hacerse cirugías, está inhabilitado. “Hace ocho años que Macri ordenó vaciarlo para iniciar las obras, pero a último momento no cerraba el presupuesto y todo quedó así, olvidado”, alertó un técnico hematológico, quien también prefirió resguardar su identidad.

La única trabajadora del hospital que sí se atrevió a brindar su nombre y apellido fue Mirta Segobia, supervisora del sector de Laboratorio.

“Nuestros sueldos aumentaron en un 70 por ciento con el Gobierno de la Ciudad”, destacó, para mencionar algo positivo en medio de un contexto desalentador. Ella es miembro del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA), que mantiene estrechas relaciones con el PRO. Los otros dos gremios que se disputan el lugar son la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).

Los empleados informaron que los gremios deciden quiénes ingresan a trabajar al centro de Salud y también cómo se compone la administración. Lo llamativo de este contexto negativo es que para este año se destinó al Hospital Rivadavia una cifra cercana a los 554 millones de pesos, según lo establecido por la Distribución Presupuestaria y la Ley N° 5239/15.

Sin embargo, su Director, Eduardo Fernández Rostello, y la Subdirectora, Marta Liliana Miranda, no quisieron atender a Blasting. Mientras tanto, el dinero no llega a su destino y las fotos lo demuestran.