Los Indiana Pacers son ahora mismo uno de los peores equipos de la Conferencia Este. Esto es así en gran medida porque no tienen ninguna gran estrella que pueda hacer las veces de líder y, al mismo tiempo, tampoco tienen un enorme trabajo de juego en equipo que pueda suplir las carencias que tienen en lo que a calidad se refiere. En definitiva no son capaces de poder plantar cara a los equipos importantes y van poco a poco bajando en la clasificación, en la que solo les sostienen equipos como New York Knicks o Philadephia Seventy Sixers. El caso de los Minnesota Timberwolves es bastante más simple de explicar.

Son un equipo basado en un jugador que es muy capaz de distribuir el juego y crear ocasiones muy claras de anotación que en este momento no tienen a ese jugador porque en un partido frente a los Orlando Magic sufrió un esguince muy importante que desde hace ya muchos partidos le tiene alejado de los campos de juego. En esa situación y en la misma conferencia que Golden State Warriors y Portland Trail Blazers puede asegurarse que es muy posible que vean los playoffs desde el televisor de casa.

Los Indiana Pacers plantearon el partido de la manera más evidente para evitar que los Minnesota Timberwolves pudieran sentirse cómodos. Atacaron a su base para que la distribución de juego, que ya de por sí es relativamente pobre, acabara por derrumbarse hasta niveles paupérrimos, lo que facilitó mucho que las diferencias en la primera mitad fueran muy grandes.

De hecho al final de la primera mitad el marcador era de 52 a 38 para los de la ciudad de Indianápolis.

Con el comienzo de la segunda mitad los Indiana Pacers transformaron el sistema ofensivo de la primera mitad en otro de contención obligado por las faltas personales cometidas. Esto permitió un cierto alivio para los Minnesota Timberwolves, sin embargo no fue suficiente y para cuando sonó la bocina que anunciaba el final del partido los Indiana Pacers aún ganaban por 100 a 96. Habían ganado en gran medida gracias a que los de Minneápolis aún no han solucionado su problema con la posición de base, lo que partido tras partido les está costando la temporada.