Hablar de Robert Parish, Kevin McHale y Larry Bird es hablar de uno de los tríos legendarios de la historia de la liga de baloncesto profesional de Estados Unidos. Es hablar de un tiempo donde los milagros eran posibles y donde cada partido podría ser un partido para la historia, uno de esos partidos que muestras a tus nietos para decirles,"yo estuve allí". Fueron durante más de una década uno de los tríos de jugadores más dominantes de todo el campeonato y estamos hablando de una época en la que paseaban por las canchas de Estados Unidos jugadores como Michael Jordan o Hakeem Olajuwon, por citar dos jugadores de aquella época.

La mayor parte de sus cifras son difíciles de superar, de hecho la cifra que hoy nos ocupa estaba entre esas cifras que era muy poco probable que alguien alcanzase porque no es solo una cuestión de ser muy bueno, es una cuestión de ser muy bueno muchos años seguidos y de manera muy estable. Estamos hablando de ganar 540 partidos de temporada regular. Poniéndolo es perspectiva sería equivalente a que un equipo de la liga ganase todos los partidos de la temporada durante 6 años y además ganase el año siguiente otros 48. De hecho este equipo ha tardado 12 años en lograr esa marca y aún les queda 31 partidos más antes de lograr igualarles, ya no hablemos de superarles.

Salvo que alguno de ellos se lesione y se pierda la temporada es complicado que este récord no acabe superándose, les quedan más de 60 partidos y tienen que ganar solo algo más de la mitad, lo que no parece muy difícil para un equipo que tiene mucho mejor porcentaje de victorias.

Sin embargo sigue siendo impresionante, pues se trata de un récord que solo se puede lograr con una estabilidad nada común en este deporte.

Manu Ginobili le quita importancia al logro y hasta cierto punto es lo mejor para poder jugar tranquilos, pero desde fuera queda claro que es algo que muy pocos pueden llegar a soñar y él, junto a Tony Parker y Tim Duncan están muy cerca de lograr algo que está en otro nivel. Ya se han convertido en dinastía por sus números, ahora solo les queda ser la mejor.