En la noche de ayer se produjeron dos atentados a la sede del consulado de Estados Unidos en Estambul. Los mismos, causaron la muerte de seis personas, todas ellas pertenecían a las fuerzas de seguridad de Turquía.

En tanto, otro de los ataques suicidas tuvo lugar en una comisaría situada en Sultanbeyli, distrito de Estambul, donde se produjo la explosión de un coche bomba que un sujeto, aún no identificado, hizo detonar en horas de la medianoche. El embate, según la agencia de noticias estatal de Turquía, Anatolia, dejó un saldo de diez heridos, tres de ellos eran integrantes de la policía de ese país.

En relación a los presuntos autores de las ofensivas, desde el gobierno de Turquía estiman que fueron perpetradas por las fuerzas insurgentes del ‘Partido de los trabajadores de Kurdistán’ (PKK) y un ‘grupo radical marxista’.

En efecto, el ‘PKK’ ha manifestado su responsabilidad en el fallecimiento de 20 agentes policiales turcos, provocados en las últimas dos semanas. Desde el grupo insurgente kurdo, reivindicaron las agresiones como una respuesta a los bombardeos aéreos en su contra, por parte del gobierno de ese país.

En este sentido, vale decir que Turquía se encuentra en una ‘guerra contra el terrorismo’, declarada oficialmente desde el 24 de julio, la misma está dirigida a las principales fuerzas extremistas de esa nación; es decir, a las facciones rebeldes kurdas del ‘PKK’ y a los terroristas yihadistas del autodenominado Estado islámico (EI).

La guerra es cada vez más cruenta y la violencia en Turquía crece día a día: el lunes murieron cuatro miembros de las fuerzas de seguridad turcas, como consecuencia de la detonación de una bomba en una autopista de la provincia de Sirnak, al sureste. Otro de los embates, estuvo dirigido a un helicóptero del ejército, en el que murió un soldado; y, un jefe de policía resultó herido, en los múltiples enfrentamientos armados producidos tras la explosión de la comisaría en Estambul.

Cabe destacar que, tras la embestida al consulado de Estados Unidos, las fuerzas de seguridad iniciaron un operativo para detener a los autores del atentado, en el que capturaron a una mujer de 42 años de edad, identificada como ‘Hatice Asik’. La misma, pertenece a la organización maoísta y terrorista de Turquía, conocida como Partido Revolucionario de Liberación Nacional-Frente (DHKP-C).