El compromiso entre Estados Unidos y Rusia se logró ayer, tras varias horas de reunión en la ciudad de Múnich (Alemania) donde se congregaron las autoridades de ambas naciones y expresaron su conformidad en relación a la posibilidad de concretar un alto al fuego, para cooperar con Siria.

La medida tiene como finalidad acabar con el derramamiento de sangre en Medio Oriente y apaciguar la violencia con que los grupos extremistas, amedrentan día a día a los civiles.

A los efectos, John Kerry, secretario de Estado norteamericano,indicó en el marco de un congreso de prensa que en principio la propuesta se plantea a corto plazo, ya que durará sólo una semana; pero que, posteriormente, iniciarán las acciones necesarias para obtener un “alto al fuego” perdurable en el tiempo.

El programa de pacificación y cese del fuego, según la información de EFE, excluye a las células terroristas de ISIS y el Frente Al-Nusra; es decir, que los operativos de defensa desplegados para combatir contra dichos grupos extremistas, continuarán en actividad.

En consecuencia, para hacer efectivo el programa de cooperación con Siria, los países involucrados deberán diferenciar cuáles son los territorios que se encuentran bajo control de grupos extremistas yihadistas; una tarea para nada simple, debido a que algunas células de combate que intentan destituir a Bashar al Assad, presidente de Siria, son vistos por Estados Unidos, como grupos moderados.

En la misma línea, se manifestó Serguei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, quien explicó que uno de los puntos de mayor contradicción es la ciudad siria de Alepo, donde los equipos militares obtienen provisiones de Turquía.

Además, según Lavrov, los barrios periféricos situados en el sector oeste de Alepo, están bajo dominio del grupo rebelde Yeish al Islam y del Frente Al-Nusra.

Cabe destacar, que el acuerdo militar aún no se ha puesto en marcha pero, según Kerry, están dadas todas las condiciones para que se concrete en los próximos días y, agregó, que en el transcurso de ésta semana comenzarán con el envío de “ayuda humanitaria” a las regiones más castigadas por los enfrentamientos bélicos en Siria.

Sin embargo, habrá que esperar la reacción de los sectores opositores de Siria, quienes también deberán entablar conversaciones para llegar a un consenso que permita llevar paz a la castigada nación árabe. En efecto, el acuerdo bilateral, tuvo repercusiones inmediatas en el Alto Comité para las Negociaciones, entidad ubicada en Riad, Arabia Saudita, que congrega a varios organismos opositores; desde donde expresaron su desconfianza con respecto al plan de cooperación. Así lo manifestó, el vocero del organismo, Salim al Muslat, quien sostuvo que están “hartos de promesas”.