Una gran conmoción mundial produjo el asesinato de un bebé de siete meses en el estado de Oaxaca, México. Sus padres también fueron ultimados, a causa de un ajuste de cuentas del Narcotráfico. La familia estaba caminando por las calles de la localidad de Pinoteca Nacional: el padre, identificado como Juan Alberto Pano de 24 años, llevaba a su hijo en brazos, Marcos Miguel, acompañado de su mujer Alda Isabel, una adolescente de 17 años y madre del pequeño. Desde un auto, varios hombres acribillan a la familia entera, sin siquiera tener la oportunidad de escapar.
El viernes 12 de febrero el Papa Francisco llega a México y se quedará allí seis días. Aunque el predominio de su visita será religioso, el Sumo Pontífice tocará temas como el narcotráfico y la desigualdad social en aquel país. La foto generó un impacto tan grande que el resto de países de América Latina temen que el caso del bebé Marcos Miguel se repita en el resto del continente. Argentina no es ajena a este problema, las autoridades nacionales declaran que la guerra declarada a las drogas es la prioridad principal del actual gobierno.
La fotografía que muestra al bebé de espaldas, en brazos de su papá, quien también llega a tocarle la rodilla a su mujer, todos ensangretados, conmueve al mundo entero.
El infante, Marcos Miguel, es comparado con Aylan Kurdi, el niño de tres años que fue un símbolo de la guerra en Siria. La prensa ya señala a Marcos Miguel como el "Aylan mexicano". Ambos nenes representan uno de los mayores dramas que tiene la sociedad hoy: el narcotráfico y la problemática de los refugiados.
La foto se viralizó en las Redes Sociales, donde allí la gente hace catarsis de todos los sentimientos que le produce esa imagen.
También se instalaron santuarios espontáneos para venerar la memoria de la familia asesinada, especialmente del bebé, cuya muerte es la que más genera indignación. Lo peor de todo es que la brutalidad del caso señala lo que es capaz de hacer el narcotráfico y de la impunidad de la que gozan en México.