Halloween es una fiesta para la cual existen muchos detractores, pues consideran que es típica de Estados Unidos, que ha sido exportada al resto del mundo a través del cine y la televisión. Sin embargo, como ocurre con la mayor parte de las tradiciones, las cosas no son tan simples. A continuación expondremos cinco datos sobre la fiesta de Halloween que son generalmente desconocidos, pero que nos ayudarán a comprender mejor la naturaleza de esta extraña celebración.

1. Halloween es una festividad celta, concretamente, de los celtas que habitaban Irlanda hace entre3.000 y 6.000 años.

Para ellos se celebraba el fin del año y del verano y el inicio de la "estación oscura". Ellos no la llamaban "Halloween", sino "Samhein". La fiesta no llegó a Estados Unidos hasta finales del siglo XIX y comenzó a popularizarse en los años 20 del siglo XX, en Minnesota.

2. La Iglesia Católica institucionalizó el Samhein, convirtiéndolo en una fiesta cristiana. Para ello, pasó el Día de Todos los Santos, que hasta el siglo IX se celebraba el día 13 de mayo, al día 1 de noviembre. Así que el Samhein pasó a llamarse Día de Todos los Santos, en inglés "All Hallow's Eve" y es de la variación escocesa de esta expresión de donde proviene "Halloween".

3. El uso de las calabazas en la fiesta de Halloween se basa en una antigua leyenda irlandesa.

Jack O'Lantern, "El Tacaño, era un sinvergüenza, un auténtico pícaro. El diablo quiso conocerlo, para saber si era tan pillo como había llegado a sus oídos. Un día, Lucifer se presentó ante él para llevárselo a los infiernos y O'Latern lo engañó. Le retó a que se subiera a un árbol y cuando estaba en lo alto grabó un crucifijo en el tronco, por lo que el demonio no podía escapar.

O'Latern le dijo que si le prometía que no lo iba a molestar más, lo liberaría. Y así ocurrió.

Pero como a todo el mundo le ocurre, Jack O'Latern murió. Como era malvado, no entró en el Cielo. Y como engañó al diablo, tampoco podía entrar en el Infierno. Así que fue condenado a vagar entre el Cielo y la Tierra hasta el día del juicio final, alumbrado con un farol fabricado con un nabo en cuyo interior había ascuas infernales.

Los irlandeses construían, por esta leyenda, sus faroles con nabos. Sin embargo, al llegar a Estados Unidos se encontraron con que había muchísimas calabazas. Estas sustituyeron a los nabos porque, gracias a su color, daban la impresión de ser contener las ascuas del Infierno.

4. En Halloween se comen dulces en muchos lugares del mundo, pero de distinta manera. Aunque la costumbre que se ha popularizado es la estadounidense del "truco o trato", lo cierto es que comer dulces este día, sobre todo los niños, es una tradición muy extendida. En Irlanda se esconde un pastel para que lo busquen los niños y también se prepara una bebida dulce elaborada con manzanas asadas y leche o cerveza. En México se pide "la calaverita": los niños piden dulces con una calavera y una canción tradicional.

Hay un pueblo en España, Baena, donde se comen unas gachas dulces con almendras y nueces, las cuales, hasta hace unas décadas, era tradicional colocar en las cerraduras de las casas para impedir la entrada de los difuntos.

5. Halloween es una fiesta que genera suculentos beneficios para las grandes superficies comerciales. La fiesta de Halloween es una de las que más dinero genera, estando situada tan solo detrás de la Navidad. No es de extrañar que en las películas estadounidenses y en otros de los productos culturales que exporta este país, tales como series de televisión, Halloween sea un tema tan recurrente.