Decido dejar mi patria España por hallarse mi amor en vuestra querida Argentina. Una vez que me preocupo por satisfacerme a mí mismo me encuentro que la decisión de dejar lo que siempre tuve, no era tan sencilla. Cierto es que hablamos el mismo idioma bajo diferentes reglas, cierto es que ambos comemos la misma carne de distinta manera, cierto es que pese a estas pequeñas diferencias añoro mi tierra.

Paseando por las calles me encuentro con gente amable, generosa, cuidada en el trato, que bajo el dominio de un acento particularmente encantador me da la bienvenida de manera airosa.

Buenos Aires es una ciudad distinta a Barcelona; aún así trato de perderme por el centro, conocer sus gustos, sus manías y desgraciadamente, sus malos hábitos, no tan distintos a los que existe en cualquier parte del mundo, pero sí vistos de una manera que mi retina no está acostumbrada.

No sé si pedirme un entrecote o un bife, un chorizo o un chori, lejos dejé el all i olí por bañarme en chimichurri, pero la verdad es que todo ello me divierte.

Su presidenta no es tan distinta a mi olvidado Rey; mandatos distintos bajo una misma premisa, hacer sumisa a toda una población.

Cuando buscaba un coche encontré un auto, cuando llamaba a un taxi acudió en mi búsqueda un remis y entre tanto fui ocultándome en el subte porque no di con el metro.

Un sinfín de cosas similares que no parecidas.

A orillas del Mediterráneo disfrutaba del sol y la arena blanca de la playa; ahora me encuentro sumergido en el borroso Mar del Plata.

Queridos F.C. Barcelona y Real Madrid, no juzgaré vuestros altruistas propósitos ya que con Boca y River siento que veo la otra cara de la moneda.

Ciudades gobernadas por seres corruptos, que hacen propagandismo barato de una política sucia, manchada, egoísta; que en lugar de levantar al país lo ahogan poco a poco; que en lugar de preocuparse por su gente, es su gente la que se preocupa por el País. El mundo al revés.

Barcelona; odio verte desde la distancia, pero a la vez te amo más desde que no estás.

Buenos Aires; te juzgué desde la distancia pero cada día te amo más.