Actualmente muchas mujeres no han sistematizado la aplicación de un producto o crema específica antes de dormir. Cuidar la piel del rostro es importante para mantenerla sana, limpia e hidratada. De noche nuestro organismo se repara, la piel se regenera mas rápido de noche que durante el día. La actividad celular se acelera por la noche, recuperándose con mayor eficacia, la piel se relaja y elimina toxinas. Este es el motivo por el cual se hace tanto hincapié en las cremas nocturnas con efecto antiage, regeneradoras, renovadoras etc.
¿Qué diferencia una crema de día de una para la noche?
En que las primeras presentan mayor protección e hidratación de la piel, mientras que las otras se centran más en la reparación y nutrición.
¿Cómo cuidar la piel antes de dormir?
Es fundamental la higiene de la piel del rostro, cuello y escote. Estén maquilladas o no, siempre hay que limpiar la piel antes de ir a dormir con una emulsión de limpieza, un gel o el producto que resulte más cómodo. Luego hay que retirar el producto de higiene y tonificar. De esta manera estamos eliminando células muertas, maquillaje o simplemente polución ambiental, para que la piel pueda respirar y oxigenarse, dejándola lista para recibir el producto adecuado. Para que las cremas cumplan su objetivo la superficie debe estar limpia y preparada para absorber mejor sus componentes y principios activos.
Hoy en día existen infinitos productos, para el día y la noche y a veces, con tanta variedad, no sabemos cuál elegir o adquirir.
Además, a partir de cierta edad, la crema hidratante y la protección solar no son suficientes para combatir el paso del tiempo, las arrugas y las marcas de expresión.
Para prever esto es fundamental utilizar cremas antiedad que nutran la piel, ya que son emulsiones de prevención.
Es de suma importancia encontrar productos con protección UV, hidratantes; la zona de los párpados es la primera en hacer notar el paso del tiempo y hay que darle un cuidado especial con un artículo específico.
Por esta razón, lo ideal es encontrar cremas acordes a la edad y, preventivamente, comenzar a utilizar productos antiage a partir de los 25 años.
