La ciudad de Mar del Plata, también conocida como "La Feliz", es el lugar de veraneo elegido por la mayoría de los argentinos. Su amplio litoral marítimo se encuentra muy concurrido durante los meses de enero y febrero y, muchas veces, hay que alejarse de las playas céntricas para conseguir lugar donde tomar sol.

Su oferta hotelera y de alquileres temporarios es amplia y se encuentra alojamiento acorde a todos los presupuestos. Lo mismo sucede con la cartelera de espectáculos teatrales, ya que, habitualmente muchos artistas presentan sus obras durante el verano contando con público del interior de Argentina que, en ocasiones, no tiene oportunidad de asistir durante el resto del año.

La plaza Colón, frente a la que se encuentra el Casino, es una de las zonas más típicas de la ciudad. Hacia el norte se halla el barrio y las playas de La Perla, donde está la plaza España con las estatuas del Quijote y Sancho Panza y, un poco más al sur, el monumento a Alfonsina Storni.

En el centro encontramos la plaza San Martín, y, frente a la misma, la Catedral. La principal calle céntrica es la peatonal San Martín, donde hay gran cantidad de negocios de venta de ropa. Son característicos de la ciudad los alfajores (postres, típicamente argentinos) y los sweaters que la gente aprovecha a comprar para el invierno.

Caminando hacia el sur del Casino, costeando la playa, se llega el Torreón del Monje, donde se puede tomar un café y luego a playa Varese, con su complejo de piscinas.

Más allá, están Playa Grande, el puerto, Punta Mogotes y el faro.

La calle Güemes con sus negocios de ropa de marca tiene, también, agradables lugares donde se puede descansar de la caminata y tomar un café. El barrio cercano llamado Stella Maris es uno de los lugares de mayor belleza con sus casas estilo chalet. Allí se encuentra la hermosa Iglesia del mismo nombre y la Torre de Agua, desde donde se puede observar la ciudad desde lo alto.

El puerto es un lugar donde es posible comer sabrosos platos con pescados y mariscos. Mar del Plata ofrece sus bellezas durante todo el año y, quizás sea la temporada baja cuando hay menos turistas, en que se la puede disfrutar más plenamente.

Somos muchos los argentinos que añoramos durante los meses de invierno el poder caminar por la costa sintiendo el aire marino y volvemos, año a año, porque la sentimos como nuestro segundo hogar. Si tiene oportunidad de venir a Argentina no deje de visitarla y, si hace un paseo en auto por la costa, verá que no hay muchas ciudades que la puedan igualar.