A 370 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, yendo por la ruta 3, comienza a observarse en el horizonte una de las formaciones rocosas más antiguas del planeta: el sistema de Tandilia.
Formadas entre la era Precámbrica y la era Paleozoica, a los pies de las sierras se desarrollan varios núcleos urbanos, entre los que se destaca Tandil, que tuvo sus orígenes cuando Martín Rodríguez, primer gobernador de Buenos Aires, dio la orden en 1823 de construir un fuerte, en respuesta a las incursiones permanentes de los "malones" de las etnias Pampas y Ranqueles.
Tras el genocidio cometido contra los aborígenes que habitaban lo que hoy es el territorio argentino -mal denominado "Campaña del desierto"-, la zona comenzó a poblarse merced a la política inmigratoria de los gobiernos agro-exportadores de entonces. La zona, rica en granito, comenzó a ser explotada debido a la demanda de las crecientes urbes, que requerían las piedras para asfaltar con adoquines las calles y avenidas de la "París" de América.
Con el tiempo se transformó en un centro turístico de renombre, por sus hermosos paisajes y su gastronomía casera. La cercanía con Mar del Plata, el mayor destino veraniego de los argentinos desde 1950, ayudó a que se convierta, de un lugar de paso, a un sitio requerido para el descanso y el deporte.
Tandil cuenta con una Terminal de ómnibus y una estación de trenes. El ferrocarril únicamente comprende el tramo Buenos Aires-Tandil y ciudades intermedias. Existen varias líneas de autobuses que llegan a esta maravillosa ciudad. Las más importantes son, "El Rápido Argentino", "Cóndor-Estrella" y "Río Paraná". Los boletos en ambos transportes oscilan entre los $145 para el tren y los $354 para el autobús.
En automóvil se puede acceder por diversos caminos:
- Ingresando por la ruta nacional 226, que atraviesa las ciudades de Olavarría al oeste y que culmina en la famosa Av. Luro marplatense.
- Siempre desde Buenos Aires, por la ruta nacional 3 y en Azul tomar la nacional 226.
- Por la ruta nacional 2, desviándose por la ruta provincial 74 hacia Ayacucho.
- Por la ruta provincial 30, pasando por Rauch y Las Flores, cruzando Tandil y llegando a Necochea.
En gastronomía cuenta con diversos restaurantes y locales de comida rápida.
Pero lo tradicional es recorrer la ruta del salame y el queso, y en alguno de los tantos locales disfrutar una picada de salames, longanizas y quesos saborizados, con cerveza artesanal. El visitante quedará realmente satisfecho. Lugares como el "Boliche de Noli", declarado patrimonio municipal por haber funcionado como pulpería a fines del siglo XIX, permitirá al turista disfrutar del trato amable de los tandilenses.
La capacidad hotelera y de cabañas es importante, aunque, debido al flujo permanente de turistas en los últimos 10 años, en los meses de vacaciones se satura.
Otro paseo interesante es el recorrido, a pie o en bicicleta, del lago formado por el dique -propicio para la práctica de canotaje-, ideal para disfrutar del aire libre.
Pero las actividades más importantes se desarrollan sin duda en los cerros, donde los principiantes de rapel y escalada aprenden las primeros niveles de dificultad en estos deportes tan riesgosos. El trekking, los paseos en bicicleta, o la aerosilla del Cerro Centinela, logran romper con la rutina veraniega de muchos.
Son muy visitados el Monte Calvario, con las estaciones de la Pasión de Jesucristo y diversas esculturas referidas a esta temática cristiana, y el sitio adonde la famosa "Piedra movediza" fue homenajeada con un monumento.
Tandil es un lugar para que disfruten grandes, jóvenes, adultos y ancianos, y en el que más de uno pensará como un futuro establecimiento.