Muchos se escandalizaron con el video que se difundió ayer, donde se veía a la mediática vedette accionando la palanca para permitir el despegue del avión. Esto ocurrió el martes pasado, en el vuelo 2708 de la empresa Austral, cuando se dirigían del Aeroparque metropolitano a la ciudad de Rosario.
El grupo Aerolíneas denunció penalmente al piloto y al copiloto del vuelo por permitir el ingreso a la cabina de la famosa y realizar maniobras que pusieron en riesgo la vida de los pasajeros. Ambos pilotos fueron despedidos por su conducta irresponsable.
Este hecho preocupó a la población en general y a los miles de viajeros que diariamente deben subirse a un avión. Lo acontecido con la mediática Vicky Xipolitakis expone una problemática que no es novedosa: el pasajero indisciplinado, también llamado disruptivo, perturbador o insubordinado, y el riesgo que este implica para la seguridad de la aeronave, los pasajeros y los bienes a bordo.
Hay numerosas definiciones de pasajero indisciplinado. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) explica que son aquellos que no respetan las normas de conducta a bordo del avión o que no siguen las instrucciones de la tripulación y perturban el orden y la disciplina.
Entre los incidentes más frecuentes, existen casos de acoso sexual a otros pasajeros o a las azafatas, negativa a dejar de tomar bebidas alcohólicas, fumar o consumir drogas, agresión hacia otros pasajeros o tripulantes de vuelo, actos de vandalismo, etc.
Por ejemplo, hubo un caso en el que un pasajero desobedeció la orden de no fumar, y lo hizo en el baño. Después, arrojó la colilla en el cesto de residuos, provocando un principio de incendio. Se denunció el hecho ante el juez de turno con jurisdicción en Ezeiza, quien le permitió al pasajero continuar su viaje a Madrid, pero no obstante, fue incluido por la aerolínea en su "lista de observación de pasajeros" o Watch List (WL) y lo reembarca por otra aerolínea.
Podríamos concluir que Xipolitakis ha provocado una grave inconducta a bordo, ha traído problemas a los demás pasajeros y para prevenir la seguridad en vuelos posteriores, se aplica la normativa, colocándola en las listas de viajeros indeseables e inaceptables para el vuelo. En esta ocasión, Aerolíneas Argentinas tomó la decisión de prohibirle que vuele en la compañía por cinco años.