José Pekerman es el nombre que desde la AFA instalaron como alternativa en el caso de que Alejandro Sabella se mantenga firme en su posición de no seguir al frente de la Selección.

A juzgar por las encuestas de los distintos medios, los argentinos ven con buenos ojos un nuevo ciclo del entrerriano en el seleccionado. Varios aún lamentan lo ocurrido en Alemania 2006: el seleccionado de José avanzaba a paso firme y el local lo eliminó por penales sin haberlo superado en el juego durante 120 minutos.

Sin embargo, vale preguntarse: ¿qué es lo que seduce a la dirigencia de la AFA?

De Pekerman puede valorarse no sólo el ciclo de dos años en los que condujo la Selección Mayor, sino también su período más extenso en el que dirigió los seleccionados juveniles y el período posterior en el que se desarrolló como coordinador de selecciones nacionales.

La AFA intentó retenerlo tras el Mundial 2006. Sin embargo, ante la negativa de Pekerman, el Fútbol argentino estuvo lejos de seguir el legado que dejó el DT. La Selección mayor cambió de técnicos sin un criterio definido. Y en cuanto a los juveniles, la falta de proyectos se vio reflejada en los últimos resultados como la no clasificación del Sub 17 al Mundial en el sudamericano disputado en Mendoza.

Lejos de guiarse por planes a largo plazo, la AFA se ha caracterizado por buscar soluciones que apaguen el incendio.

Desde que Grondona preside el organismo con sede en calle Viamonte, el único criterio que parece haberse aplicado es buscar a entrenadores de moda, que hayan ganado algo en el último tiempo. Y si bien Pekerman no levantó una copa en el último tiempo, el notable Mundial que realizó Colombia bajo su conducción (el seleccionado cafetero llegó a cuartos de final) lo posicionó como uno de los candidatos.

En un segundo plano quedan entonces los tres títulos mundiales Sub 20 (1995, 1997 y 2001) que Argentina ganó con Pekerman en el banco y los de 2005 y 2007 con su indudable legado.

En el caso de que Pekerman vuelva, ¿podrá sostener un proyecto en una organización que se ha acostumbrado a someter a los entrenadores a sus voluntades?

La AFA no parece dispuesta a ceder en cuanto a los colaboradores, a los cuerpos técnicos de juveniles o al consenso a la hora de organizar partidos amistosos. En este último punto es conocida la política de la dirigencia: recaudar dinero en los partidos internacionales se prioriza por sobre la cuestión deportiva.