Los Cleveland Cavaliers son ahora mismo uno de los tres grandes aspirantes al título de la temporada en curso. A mediados de 2015 sabremos si éste será el año en el que LeBron James logre entregar por fin el gran premio a la franquicia afincada en Ohio o, por el contrario, será un nuevo año de decepciones para la franquicia. Todo parece indicar que LeBron podrá colocar un anillo más en sus dedos en un año, sin embargo la temporada no ha empezado con buen pie.

El primero partido, además contra un equipo asequible al que Chicago Bulls ha ganado por 24 puntos, no se ha saldado con victoria.

LeBron no ha podido contar por victoria el primer partido desde su vuelta al Quicken Loans Arena y ha acabado saliendo de la cancha con la cabeza gacha de la derrota. El partido no fue bien y la estrella no respondió como se esperaba.

La estadística del jugador franquicia de los Cleveland Cavaliers fue realmente horrible. Acabó el partido con un cinco de 15 en tiros de campo, es decir que logró encestar uno de cada tres tiros que intentó. Además perdió otros ocho balones, lo que sumado implica que cedió un total de 18 posesiones a sus rivales, inaceptable para una estrella de este nivel.

Además, perdió por completo su duelo contra Carmelo Anthony, que incluso se permitió el lujo de encestar la canasta decisiva delante de sus mismas narices.

El duelo de estrellas no lo fue por la mala actuación de un LeBron James que estaba demasiado centrado en lograr la victoria y demostrar su vuelta y muy poco en hacer que el equipo funcionase y así ganar a un equipo que aún está muy verde pero tiene sobrada capacidad de hacerte pagar un mal partido.

La pretemporada ha hablado muy bien de estos Cleveland Cavaliers y por ello muchos confiamos en que este tropiezo sea solo eso.

Hemos visto muchas cosas buenas en pretemporada y eso hace que muchos piensen que solo ha sido un mal día, el primer partido de verdad tras su vuelta y el consiguiente miedo escénico. Los nervios del estreno hacen que cualquiera pueda fallar y empezar en casa no ayuda. Ahora llega la hora de salir de viaje y cosechar grandes números. De no ser así, puede que empecemos a pensar que el espejismo no fue este partido, sino la pretemporada entera.