Cuando se dan cita dos colosos del futbol mundial como Messi por Argentina y Cristiano por Portugal es complicado hablar de partido "amistoso", la rivalidad por saber quién es el mejor jugador del momento se labra día a día y parece que actualmente el de Madeira le lleva la delantera.
Messi quizás esté pagando unos años en los que ha maravillado al mundo entero con su futbol pero que le han hecho jugarlo todo, muchas veces por necesidad y otras por deseo propio de un jugador que como todo profesional de altura no gusta de la suplencia ni cuando es simplemente para descansar de su ritmo de competición.
La marcha de Messi en el Barcelona parece que ha ido de la mano de un equipo blaugrana que en estos dos campeonatos ha pasado del liderato incontestable con Guardiola a las dudas de un Tata Martino que no consiguió conectar con la institución catalana y que tuvo a un Barcelona en horas de relevo generacional.
Este año, aunque en algunos partidos ha brillado, no termina de encontrarse consigo mismo y el entrenador que vino para relevar al Tata, el ex jugador Luis Enrique, está teniendo que seguir con el trabajo de rearmar un equipo que no consigue inspirar confianza ante su afición y Messi parece tener a Neymar tocando la puerta para convertirse en su sucesor.
Cristiano Ronaldo está probablemente en el mejor momento de su carrera, pero quizás por su edad mayor que la del astro argentino esté dando sus últimos dos grandes años en lo que a forma se refiere, toda vez que Messi tiene más recorrido pero al haber explotado tan joven parece más veterano de lo que en realidad es.
El lusitano cuenta con una selección compacta como es la portuguesa pero en la que a excepción de él no cuenta con demasiado gol, algo que con frecuencia ha restado potencial históricamente a los ibéricos.
Messi, por lo contrario, consiguió tras no poco esfuerzo ser líder de su selección pero la sombra de Maradona y sus éxitos con la albiceleste no ha llegado Leo ni siquiera a rozarlos.
Partido para sentarse cómodamente en el sofá y disfrutarlo.