Se desató la locura en el aeropuerto Adolfo Suarez de la capital de España, pues volvía procedente de Dubai, Fernando Torres. En esta ocasión no era para jugar con la selección, sino para volver al club donde se hizo jugador, el Atlético de Madrid.
Vuelve un Torres con 30 años, más experimentado y más sabio, pero también con un rendimiento bastante inferior que hizo que ni el Chelsea de Mourinho primero, ni un Milán en horas bajas, lo quisiesen. Pero la ilusión de la parroquia rojiblanca es imposible que se quite de la cara, igual que del propio Torres que bajó aterrizó con mucha expectación.
El delantero madrileño, quiso mandar un mensaje a la afición, donde quiso agradecerle todo el apoyo en su primera época como jugador y después cuando vino como visitante. Se sabe querido por una afición peculiar como es la Atlética y eso vale su peso en oro. Al final, como siempre dictará sentencia el gol, si Torres vuelve y se convierte en importante y resolutorio tendrá aún más ganada a una afición que le quiere como si de un hijo pródigo se tratase.
El Cholo Simeone según las propias palabras de Torres, quería que hubiese llegado ayer para tener un día de entrenamiento más pero no pudo ser. Está con ganas de que llegue el día 5 de enero, cuando se convertirá, de manera oficial en nuevo jugador del Atlético de Madrid.
En su deseo, está el disfrutar de una de las mejores, sino la mejor época del club e intentar dar lo mejor de sí para agradecer a los aficionados todo el cariño de estos años. El jugador vuelve a un club que conoce, pero como él mismo dice, llega a un club que ha cambiado exponencialmente su mentalidad, ahora es un equipo ganador.
Espera poder integrarse, aunque sabe que será fácil, compañeros de selección y gran parte del equipo técnico le conocen o incluso jugaron con él en el primer equipo. El Atlético de Madrid está feliz con su nuevo fichaje y pobre del que quiera quitarle esta gran ilusión. El regalo de reyes se presentará a la afición el día 4, a las 13:00 en un acto que se presume muy especial para la parroquia rojiblanca.