Una Navidad en la oscuridad, con la esperanza que las luces de las fiestas y el calor de su familia lo ayuden a salir del túnel en el que terminó después del accidente de esquí del 29 de diciembre pasado en Meribel, Francia. Pasaron doce largos meses, y Michael Schumacher nunca ha dejado de luchar. El campeón alemán, que el próximo 3 de enero cumplirá 45 años, se agarra a la vida desde ese día con la fuerza y el valor que le distinguían en la pista y a los que la familia, los amigos, sus fans y todos los fans de los motores confían para verlo pronto ganador en su carrera más difícil.

Una Navidad que Schumi pasará cerca de su familia y de sus amigos más cercanos como Jean Todt, ayer creador de los grandes triunfos de Maranello y ahora presidente de la FIA, que va a verlo casi todas las semanas en la casa del ex piloto alemán en Gland, cerca de Ginebra, en la que el piloto está pasando su lenta recuperación.

En estos días muchos mensajes de deseos y de afecto por el campeón alemán, comenzando con Jean Todt, que ha dicho estas palabras: "Es joven, tiene todo el tiempo para recuperar". Y añade: "¿Qué deseo quiere hacer el Presidente de la Federación Internacional de Automovilismo para la Navidad a su amigo Schumacher? No espero la Navidad para desear a Michael. Todos los días pienso en él y en su familia.

Con gran esperanza".

Deseos también de Flavio Briatore, su "padre" deportivo en los primeros años en la Benetton en los que el campeón alemán ganó sus dos primeros títulos mundiales en la F1: "Querido Michael, te deseo una Feliz Navidad con tu familia. Fuerza… Te estamos esperando", ha escrito el director italiano para las fiestas navideñas.

Un pensamiento para Michael Schumacher viene también del mundo del fútbol con las palabras de Dino Zoff, monstruo sagrado del deporte italiano: "Quiero desear a él y a su familia con la esperanza que vuelva pronto. Era uno que cuando podría ganar ganaba sólo como los grandes campeones pueden hacer. Ahora él debe ganar su carrera más dura".