De los errores se aprende, de las caídas siempre se saca algo positivo y negativo. Aunque esto último prevalece cuando se pierde. Alan Pichot es uno de los mejores ajedrecistas de la Argentina que todavía sigue haciendo ruido con el campeonato mundial sub16 que ganó el año pasado. Otro hito del deporte nacional, un logro heroico de un chico de tan solo 16 años. Ni el más optimista aficionado seguidor del ajedrez esperó semejante resultado.

Después de aquel éxito vino un drástico cambio para el joven. Fue tapa de diarios y ha sido nombrado en varios medios masivos de comunicación.

Sin embargo, Alan siguió con la practica activa del ajedrez y no se conforma con lo hecho hasta acá.

Seguir triunfando es la idea, demostrar las reales capacidades que posee, ver hasta donde podrá llegar a futuro.

Un tropezón no es caída para el adolescente que tiene mucho por delante. En la octava rueda del campeonato continental de Montevideo, Pichot estuvo muy cerca de batir un nuevo récord. Perdió con el juninense Diego Flores tras cuatro horas y 43 movimientos que le impidió ser el gran maestro argentino más joven de la historia, destacar que esa es la categoría más alta entre los ajedrecistas.

Por ahora y con este flamante resultado el que logró el título de gran maestro a muy temprana edad fue Federico Pérez Ponsa que lo hizo con 17 años, 9 meses y 10 días.

De todos modos el ganador del mundial de la temporada pasada está a tiempo de superar esa marca porque si en su próxima partida ante el cubano Carlos Alejano Hevia saca un empate, obtendrá automáticamente la categoría de gran maestro y llegará al record de ser el argentino más joven en poder lograrlo.

Su reciente traspié fue nada más y nada menos que ante su antiguo maestro, Diego Flores que le dio clases a Alan en los años 2009 y 2010 cuando tenía 11 años y ahora va primero en el torneo junto al peruano Jorge Cori y el canadiense Eric Hansen con 6,5 puntos.

La experiencia le gano a la juventud en esta ocasión, el profesor venció al alumno. Igualmente es Alan Pichot la gran esperanza, la aparición y la mayor promesa del ajedrez nacional de los últimos 20 años.

En la novena rueda, Flores irá en busca de la clasificación a la copa del mundo en el que habrá cuatro plazas y Pichot que no pudo hacer historia frente a su maestro lo buscará ahora nuevamente.