Pese al escándalo en la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), que terminó con siete dirigentes detenidos en Zurich por cargos de corrupción y fraude, Sergio Jaude, presidente de la Asociación chilena de Fútbol (Anfp), aseguró que la Copa América 2015, cuya sede será Chile, se iniciará con normalidad el próximo 11 de junio.

El miércoles pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos denunció un millonario caso de sobornos en la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) por la adjudicación de los derechos comerciales para transmitir la Copa América del 2015, 2019 y 2023, y la Copa América Centenario de 2016.

Según la acusación de la justicia norteamericana, la empresa Datisa, habría pagado cien millones de dólares en "coimas" para conseguir los derechos exclusivos de la transmisión, que repartiría entre las Federaciones de Conmebol.

Datisa, empresa fundada en 2013 y formada por los empresarios argentinos Alejandro Burzaco, Hugo y Mariano Jinkis, agrupó en partes iguales los intereses comerciales de Traffic Group (empresa multinacional brasileña de marketing deportivo), Torneos y Competencias S.A. (empresa dedicada a la transmisión de eventos deportivos) y Full Play (empresa de marketing deportivo). El mismo año de su creación, Datisa firmó un contrato con la Conmebol, en Londres, para obtener los derechos comerciales a nivel mundial, de la transmisión de tres emisiones de la Copa América y de su torneo del Centenario, y pagó cien millones de dólares en sobornos.

Jaude, negó haber recibido sobornos de Datisa por entregar los derechos de televisión para la Copa América 2015 y aclaró que sí recibió 1,5 millones de dólares pero "como concepto de anticipo por la realización de Copa América".

De los siete ejecutivos más poderosos del fútbol mundial detenidos en Zurich el miércoles pasado, se encuentran cinco latinoamericanos (Figueredo, Esquivel, Marín, el presidente de la federación de Costa Rica Eduardo Li, y el nicaragüense Julio Rocha).

La policía suiza anunció que abrirá una investigación criminal sobre la adjudicación de las dos próximas Copas del Mundo.

Por otra parte, y en medio del escándalo, el presidente de FIFA, Joseph Blatter, aclaró que no piensa renunciar y abrió el congreso en el que mañana se decidirá el próximo presidente del organismo (que lo tienen él y al príncipe jordano Ali Bin Al Hussein como candidatos).

También aseguró que "los que corrompen al fútbol son una minoría". "El fútbol no puede ser una excepción. Nosotros cooperaremos con las autoridades para que los que hicieron cosas mal sean condenados", añadió.