El jefe de seguridad de la Nación, Sergio Berni, aseguró el último domingo en el programa televisivo "El show del Fútbol", terminar con los problemas generados por los barras bravas. Afirmó que interviniendo la Asociación del Fútbol Argentino, órgano que rige el fútbol, y con la creación de fiscalías especializadas en el tema, que puedan dinamizar las causas, más el aporte de las fuerzas de seguridad, esto se acaba. Argumentó que con la tecnología del AFA Plus, un sistema que registra a todos aquellos que compren que asistan a estadios de fútbol, se podrá identificar claramente a quienes cometan delitos dentro de cualquier espectáculo deportivo.

Este sistema del que la organización ha recibido fondos, desde su lanzamiento en 2012 no ha sido puesto en uso a pesar de ser avanzado y seguro.

La ex jefa de seguridad de Independiente atacó al kirchnerista por no apoyar a Cantero en su momento, quién junto a Passarella fueron los únicos dirigentes que enfrentaron a los barras con causas penales, que jamás llegaron a buen término.

Sin embargo, lo que dijo Berni es correcto. Es hora de que el gobierno tome el toro por las astas y solucione los problemas del fútbol. Problemas que solo se pueden resolver integralmente como afirmó el ex militar. Este gobierno ha demostrado avances en muchos problemas que ha resuelto, pero aún no pudo con este karma que afecta culturalmente a todos los argentinos, ya que es nuestro deporte por excelencia.

Desde AFA, el presidente provisorio Luis Segura amenazó, como otro Julio Grondona, con que de intervenirse el organismo Argentina sería desafiliado de la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA). Argumentó que erigen para mantener la impunidad en el deporte y seguir con el negocio mafioso que beneficia a unos y perjudica a la mayoría de los futboleros.

Como alternativa, tal vez, Berni, antes que tomar cualquier decisión debería pedir una audiencia con Blatter, titular de FIFA y ver cuál es la verdadera situación.

El tema de los barras bravas no es nuevo. Es un "tumor" que hay extirparlo. Pero el tumor no son los barras: estos son tan solo las ramificaciones. Por eso es complejo terminar con el tema sino se cuenta con voluntad política y coraje para llevar a cabo esta lucha que nadie hasta el momento, salvo honrosas excepciones aisladas, se animó a enfrentar.

Todo el ambiente del fútbol, de la política, de los sindicatos, las fuerzas del orden, la justicia y los medios son sospechosos. No pueden ocurrir cosas como la reventa de entradas y la extorsión para cobrar el cuidado de un automóvil en un estacionamiento que es público.

Las leyes tampoco ayudan, puesto que cuando se sanciona el delito, el delincuente recibe sanciones que son una burla y que lejos están de la re educación del mismo. Existen 80.000 hojas de denuncias que no se han resuelto y para ello debe crearse un organismo judicial especializado junto a una policía que investigue y detenga a quienes se hallan en este sucio negocio. Por otro lado, los medios de comunicación, en su mayoría actúan comercialmente, con la ética propia de lo mercantilista.

Ejemplo de esto, fue lo ocurrido con el presidente de Boca Jrs., Daniel Angelici, quien al presidir un club con tantos simpatizantes fue buscado y, a su vez, pidió reaparecer en cámara explicando lo que no tiene explicación. Desde el sábado hasta el lunes a la noche paseó por todos los canales afines a su ideología, echando culpas y maquillando una situación que vimos millones y de la que ningún responsable puede escapar.