Desde la muerte de Julio Grondona, son muchos los candidatos que han hecho saber sus intenciones de ocupar el sillón de la calle Viamonte al 1366, que por primera vez en treinta años tendrá una contienda real.

El candidato que hoy parece tener mas fuerzas es el actual presidente, Luis Segura, quien tuvo una relación muy cercana a Grondona y conoce bien los movimientos de AFA. Sin embargo, los últimos acontecimientos (la suspensión de Boca - River y la muerte del jugador Emanuel Ortega) han puesto en duda su liderazgo y Segura comenzó a recibir planteos mucho mas enfáticos de los clubes del ascenso.

En segundo lugar aparece el conductor y productor Marcelo Tineli, vicepresidente de San Lorenzo y candidato que promete dinero fresco para las arcas afistas dada su buena relación con el Gobierno Nacional. A pesar de ello, muchos dirigentes del Fútbol lo ven como un ave de rapiña que se acerca a AFA para alcanzar sus metas de negocios.

Desde el interior aparece con fuerza Armando Peréz, presidente de Belgrano de Córdoba y uno de los pocos candidatos que promete una real federalización del fútbol argentino. Pérez a mantenido varias reuniones con dirigentes del interior del país en pos de "diseñar la nueva AFA" según sus propias palabras. Sin embargo siempre a sido difícil que un dirigente de un club indirectamente afiliado tenga buenas chances de llegar a lugares de poder en la calle Viamonte.

Mas atrás en la consideración aparece uno de los hombres fuertes en tiempos del grondonismo, como lo fue José Luis Meizner quien dejará la secretaria general de CONMEBOL y no tiene intenciones de perder poder dentro de la AFA o el fútbol sudamericano. Y por último aparece el presidente de Lanús, Alejandro Marón, quien encarna a la nueva generación de dirigentes y, de no ganar en octubre, sera uno de los candidatos seguros en el futuro.

Así las cosas, no caben dudas de que, de aquí a octubre, pueden pasar muchas cosas y cualquier candidato puede surgir de entre las sombras, pero lo que si es seguro es que la AFA nunca volverá a ser la misma a partir de la asunción de su nuevo presidente.