Los jugadores de Boca esperaban a los de River. Quedaban porjugarse los 45 minutos del segundo tiempo. Desde la manga salió Driussifrotándose los ojos. Dentro del túnel inflable, el resto de sus compañerossufrían los primeros efectos del gas pimienta. Fue el principio de una aletargadasuspensión que se confirmó una hora y pico más tarde.
Cuando los jugadores de River salieron de la manga, se vio aPonzio, Kranevitter, Vangioni, Martínez y Funes Mori con los ojos notoriamenteinflamados. Ponzio era el más afectado, se tiraba agua, se le notaban los gestosde sufrimiento.
Cavenaghi se quejaba: “no se puede seguir”. Gallardo estabadesencajado: “cómo van a dejar que abran la manga así, es una vergüenza total”.Apareció en el campo de juego el presidente millonario Rodolfo Donofrio ypresionó al árbitro para que suspenda el partido.
Todo era confusión, excepto que River tenía jugadores que nopodían jugar el segundo tiempo. No había dudas, era suspensión. Para el árbitroDarío Herrera, sí las había. En la primera reacción, Arruabarrena presionó para que siga.Gallardo decía que era un desastre. El veedor de la Conmebol, Roger Figueredohabla con Herrera. Nadie tomaba la decisión de suspender el partido. Elbochorno se hacía más grande.
Pasaron unos 20 minutos, en el banco de suplentes Ponziotenía el cuerpo brotado.
Vangioni también. Kranevitter y Funes Mori no parabande lagrimear. El médico del control antidopping, de apellido Argento, revisó alos jugadores: “No pueden seguir jugando”, sentenció. Pero Herrera noconfirmaba la suspensión. Figueredo le consultaba por teléfono al presidente dela Conmebol, Juan Ángel Napout Barreto, qué hacer.
Nadie quería cargar con elpeso de la decisión.
Osvaldo y Orión se acercaron a ver el estado de losjugadores de River. El partido era una anécdota, pero la suspensión no llegaba.Matías Biscay, integrante del cuerpo técnico de Gallardo, preguntaba quéesperaban para suspenderlo.
El segundo tiempo debía jugarse desde las 22:00 horas.
Lasuspensión la confirmó a la prensa Roger Figueredo a las 23:13. Cinco minutosmás tarde, desde los altoparlantes del estadio la anunciaron al público.
La vigilia queagigantó el papelón
El partido no se suspendía porque los dirigentes de laConmebol querían asegurar la evacuación del público. Tras una segunda llamadatelefónica, Figueredo confirmó lo que todo el mundo sabía desde hacía más deuna hora: el partido no podía seguir.
Se iniciaba ahora el operativo para la salida de losjugadores y del público. Estos últimos, en su mayoría, lo hicieron en armonía.Los jugadores, en cambio, tomarían fresco en el campo de juego una hora más.
Primero la manga por dónde se retira el equipo visitante, lamisma donde se produjo la agresión a los jugadores de River, había sidoretirada.
Intentaron volver a inflarla, pero la policía no daba las garantíaspara que el equipo de Gallardo salga por ese sector. Los jugadores de Bocatampoco se iban. Según un dirigente millonario, esperaban la orden para saberpor dónde retirarse.
A las 00:05 la policía informó que River debía salir por elsector dónde lo hacen los árbitros. Los jugadores se encaminaron hacia esamanga y comenzó una lluvia de botellas de plástico, lanzadas por el público desdela platea. Vuelta atrás. Pasaron otros 15 minutos hasta que los técnicosacordaron salir juntos. El razonamiento era que los hinchas no agredirían a suequipo. Pero los integrantes del plantel Xeneixe se negaron. El técnico de Bocale insistió a sus jugadores, pero no lo acompañaron.
Arruabarrena y Gallardoencabezaron una fila que se metió debajo de un túnel formado por escudos de lapolicía que llevaba al otro túnel, el de la manga inflable, para que finalmentepuedan llegar hasta el túnel que lleva desde el campo de juego a losvestuarios. Detrás de los técnicos iban los jugadores de River, que recibieronmás botellazos. Eran las 00:20, el bochorno parecía terminar. Pero no, Oriónlideró el broche final: invitó a sus compañeros a saludar con los brazos enalto al puñado de hinchas que habían producido las agresiones.
La definición
¿Se jugará el segundo tiempo? ¿Será sancionado Boca? Ladefinición de la serie de octavos de final de la Copa Libertadores entre Rivery Boca puede definirse en las oficinas de la Conmebol. Ya sea por continuar elpartido o por sancionar a Boca, habrá que esperar que el tribunal de disciplinade la Conmebol reciba el informe del árbitro Darío Herrera para luego tomar unadeterminación.