El equipo de Martino dejó atrás la pobre imagen que exhibió en el segundo tiempo del debut frente a Paraguay y venció con justicia a la "Celeste" por la segunda jornada del Grupo B, presentándose un buen panorama de cara a la clasificación a los cuartos de final de la Copa América.

La "Albiceleste" y el conjunto de Tabárez llegaban de un empate y una victoria respectivamente, y se median por 31 vez en Copa América, con 13 victorias por lado y cuatro empates; sumando en total 200 encuentros entre copas, eliminatorias y amistosos.

Como se vislumbraba en la previa, Argentina tuvo la posesión de la pelota, adueñándose del protagonismo y de los pocos espacios que dejó Uruguay, que salió al campo de juego a esperar los avances argentinos plantado con líneas ubicadas con criterio y oficio en su propio campo.

El conjunto más ganador del certamen con 15 conquistas, resignó la ofensiva en los primeros 45 minutos, ya que nunca ideó un juego asociado para llegar con claridad al arco contrario y sólo atinó a preocupar con pelotas paradas a la cabeza de los delanteros y defensores.

En la vereda del frente, con vocación ofensiva desde el primer minuto, Pastore fue el más claro, Agüero luchó contra el impasable Godín y Messi tuvo apariciones esporádicas. Los dirigidos por el "Tata" se inclinaron a atacar por izquierda con mucha presencia de Rojo, más la ubicación de Pastore en dicho sector y también rompiendo por el centro a la espalda de los volantes defensivos uruguayos.

El complemento comenzó de la misma manera, el conjunto de Martino siendo protagonista e intentando por todos los medios llegar con claridad a los últimos metros y dejando en evidencia a Uruguay, que no especulaba a la hora de agruparse defensivamente con todos sus hombres.

Por eso no extrañó que otra vez Pastore, con una maniobra individual sutil, se sacara de encima a su marcador para clarificar el ataque derecho con la subida de Zabaleta, que sacó un centro certero al primer palo, justo a la cabeza de Agüero, que anticipó oportunamente a Giménez para abrir el marcador.

Así fue como la responsabilidad de atacarse trasladó a los "Charruas", que tuvieron que demostrar que podían y debían hacer más para emparejar el cotejo.

Argentina intentó defenderse con la tenencia del balón, el encuentro empezó a hacerse friccionado, con varias faltas por lado y esto favoreció a Uruguay, que en ese revuelo aprovechó los pocos ataques que tuvo para inquietar a la defensa contraria.

Martino, a diferencia del partido debut frente a Paraguay, entendió el desarrollo y puso a Banega por Pastore para ganar marca y cubrir espacios en mitad de campo, ya que había perdido la pelota y entraba en esa desesperación y pases sin sentido que se vio en el primer encuentro.

En cambio, Uruguay demostró que no lo iban a doblegar fácilmente y siguió intentando con todas sus limitaciones con remates de media distancia, haciendo revolcar a Romero, que se agigantó para tapar varios remates y mantener el cero.

Argentina, que deberá enfrentar a Jamaica el sábado para sellar la clasificación a cuartos, terminó aguantando el resultado con más actitud que Fútbol, como si fuera una final y se quedó con el clásico del Río de la Plata para el delirio de la mayoría en La Serena, dónde se vivió una batalla futbolística propia de dos selecciones campeonas del mundo.