La situación no era nada sencilla para el astro brasileño. Neymar se encontraba tras la espada y la pared, luego de las agresiones mutuas que protagonizó con el colombiano Carlos Bacca, tras la derrota de Brasil a manos de la selección  de Colombia. Ya contaba con una tarjeta amarilla durante el partido y eso lo privaba de disputar el último partido de la fase de grupos de la Copa América. Sin pensarlo, eso hubiese sido lo mejor que le podía haber pasado.

Con la derrota a cuestas y una noche para el olvido, todo Brasil lamentaba la floja performance del conjunto de Dunga.

Superado por el juego cafetero y con pocas situaciones claras para permitirle llevarse un resultado mejor. La Verdeamarelha padeció por el final de la racha positiva que el Scratch alcanzó después del desastre del Mineirazo. La derrota calaba hondo en el seno del plantel. No tanto como lo que se avecinó luego del pitazo final de Enrique Osses.

El empujón de Carlos Bacca a Neymar, como desencadenante de la amenaza que el 10 dirigió hacia el central Murillo, fue el comienzo de una rencilla que derivó en la expulsión de ambos. A partir de ahí, se tejieron entretelones que buscaron definir sí, como ocurre en los torneos organizados por la AFA, una roja directa borra la primera sanción de amonestación que lo priva a un jugador de participar en el siguiente encuentro.

Al menos eso fue lo que buscó la Confederación Brasileña, al presentar un descargo que buscó inclinar la balanza a su favor.

Lo que nadie esperaba fue el baldazo de agua fría que cayó en las últimas horas, al saberse lo que informó el árbitro chileno al término del partido. "Me esperó en el túnel y me dijo hijo de p...", fueron las palabras rotundas que utilizó el hombre de negro para definir el destino de Neymar, según dio a conocer el dirigente boliviano Alberto Lozada, integrante del Comité de Disciplina.

Entre otras cosas, como una multa de 10 mil dólares para el crack, se supo que la pena sólo será punible en el marco de la presente o próxima Copa América, dependiendo de la cantidad de encuentros que dispute la Canarinha en el presente certamen. Con esto se cierra la posibilidad de pensar en el cumplimiento por las Eliminatorias para el próximo Mundial.