Huracán supero a Atlético Rafaela tres a dos en un partido complicadisímo. Lo ganaba tranquilamente, sin embargo se lo empataron y faltan cinco minutos del final del partido lo liquido. Con esto, el globo de parque patricios corto una racha de siete partidos sin ganar, no lo hacia desde la sexta fecha 4 a 0 al bicho en la paternal.

El globo empezó con todo, a los 15 minutos un pase de Patricio Toranzo, lo deja solo a "Wanchope" Abila y este con el arquero vencido le pifio a la pelota. A los 28 minutos Torassa pica por la izquierda y ni bien pisa el área grande con la pelota, recibe una patada del arquero de Rafaela, Esteban Conde, penal para el globito.

Un minuto después Eduardo Domínguez transformo el penal en gol, era todo del globo, tuvo dos chances mas el cordobés Ramón Abila para aumentar la diferencia pero la mala puntería se lo negó.

En el segundo tiempo el obligado era el equipo de Astrada en ir a buscar la diferencia, pero solo con remates de media distancias y remates sin sentido lo acercaban al arco del globito de Parque Patricios. Mientras Huracán dependía de las corridas de Agustín Torassa, la magia de "Pato"Toranzo y la capacidad de aguantar y generar peligro "Wanchope" Abila. A los 16 del complemento, en un tiro libre, centro perfecto de Toranzo que llego a desviar solo, el goleador de la noche, Eduardo Domínguez y ponerlo arriba en el marcador del partido.

Con el partido liquidado Rafaela se despertó de la siesta de la noche. Primero a los 20 del segundo tiempo Federico Gonzlez entro gambeteando al área de Marcos Díaz, dejando tres jugadores de Huracán en una baldosa, para definir abajo de la estirada del arquero. En otra situación de la crema, llegado los 24' otra vez, ahora con un centro de Juan Eluchans que le cayo solito al chico Pussetto que la empujo en el arco quemero e igualo el match.

Parecía que Huracán otra vez se iba con las manos vacías o con apenas un empate. Sin embargo a cinco del final, pase de Patricio Toranzo por arriba de la defensa de la crema, para Abila que engancho, dejando a un jugador rival en el piso, gambeteo de vuelta al arquero y con el arco de frente, el cordobés tiro un bombazo que rompió el arco visitante y puso la alegría que había en el comienzo.