El suizo lo hizo de nuevo y obtuvo el octavo título en el césped de Halle para lograr un récord personal: es la primera vez que levanta el mismo trofeo en esa cantidad de ocasiones. Sus mejores marcas eran en Wimbledon y Dubai (donde se consagró siete veces). De esta manera se suma a los campeones de esta gira de pasto europea: Rafael Nadal en Sttutgart y el francés Nicolás Mahut en Hertogenbosch.
Para conseguir este nuevo título debió mejorar partido a partido y superar a rivales de buen nivel, poniendo la mira ahora en el pasto de Londres, donde buscará llegar también a ocho conquistas.
Su rival en el debut fue el local Philipp Kohlschreiber. En un partido cerrado, el número dos del mundo se impuso por 7-6 (8), 3-6 y 7-6 (5), en poco más de dos horas de partido. En octavos, lo esperaba su verdugo en Roland Garros 2014: el letón Ernest Gulbis. Pero Federer mejoró su nivel y lo sacó sin problemas por 6-3 y 7-5 para llegar a cuartos de final.
En instancia de los ocho mejores se cruzaría con otro alemán, el indescifrable y poco ortodoxo Florian Mayer. El máximo ganador de Gran Slam lo despachó por 6-0 y 7-6 (1) para acceder a las semifinales. Su último obstáculo para llegar a la final fue Ivo Karlovic, que eliminó a Tomás Berdych con su gran servicio. Si bien Federer no logró quebrar el saque del croata tuvo buen pulso para vencerlo en dos tie-breaks y así llegar al match decisivo.
En la final, su oponente fue el italiano Andreas Seppi, quien lo venció a comienzos del año en tercera ronda de Australia. Pero no fue rival para Federer, que cerró una gran semana ganando por 7-6 (1) y 6-4 para alcanzar su octavo título en 10 finales.
De esta manera llega en gran forma y conquista su título número 86 (15 sobre pasto).
Es el cuarto título del año donde ya triunfó sobre todas las superficies: Brisbane y Dubai (cemento), Estambul (polvo de ladrillo) y Halle (pasto). Además sumará algunos puntos más, ya que este año este certamen dejó de ser un ATP 250 para pasar a la categoría de ATP 500 (al igual que el tradicional torneo de Queens).
Federer no descansa y sigue haciendo historia, en búsqueda de más gloria a sus 33 años.